Capítulo 1

299 19 3
                                    

Anahí escuchaba voces a su lado. Intentó enfocarse en ellas para ver si las podía reconocer, pero no le resultaban familiares. Quiso abrir los ojos, pero sentía los párpados pesados y la cabeza le dolía, todo le daba vueltas. Quería mover su cuerpo, pero todo le dolía, como si le hubiera pasado un autobús por encima, pensó con sarcasmo. Respiró profundamente y con un último esfuerzo, abrió finalmente los ojos. Estaba acostada sobre una cama de hospital, eso lo había deducido por las máquinas que escuchaba y que sentía conectadas a ella, pero al mirar a una señora un tanto mayor con una bata blanca y una mujer mucho más joven con una bata de un celeste pálido, terminó de confirmar sus sospechas, pero ¿qué había pasado? ¿Por qué no recordaba cómo había llegado ahí?

—Muy bien, por fin despiertas, Anahí. Tan pronto vimos que la inflamación en tu cerebro había disminuido, decidimos dejar de administrarte el sedante — dijo la señora mayor con una sonrisa amable — Soy la doctora Ramírez y esta es Melissa, mi asistente. Hemos trabajado juntas en tu caso desde que ingresaste al hospital. Supongo que tienes muchas preguntas, pero primero dime, ¿cómo te sientes? — Anahí pensó en esta pregunta por un momento. No tenía idea de cómo se sentía, era como si su mente no quisiera pensar en nada, no podía enfocarse.

—Yo... — su voz sonaba ronca, seguramente porque había pasado varios días desde que la había usado. ¿Cuántos tiempo llevaba en el hospital? — Quisiera saber qué pasó — preguntó viendo a la doctora y a su asistente con mirada suplicante, necesitaba respuestas.

—Estuviste en un accidente automovilístico. Saliendo de tu trabajo, intentaste esquivar a un pequeño que se escapó de los brazos de su madre y que estaba en plena calle y, lamentablemente, eso hizo que perdieras el control del vehículo y chocaras contra un árbol. El auto dio varias vueltas. Sufriste varias lesiones, pero la mayor fue un golpe bastante fuerte en la cabeza por lo que llevas una semana inconsciente — ¿Una semana? ¿Por qué no recordaba nada? ¿De qué trabajo hablaba la doctora?

—Un... ¿un niño? ¿Y él...? — preguntó confundida sin saber si quería escuchar la respuesta. La doctora le sonrió de manera amable.

—El niño y su madre están bien — antes de que pudiera preguntar algo más, la doctora Ramírez siguió — Sé que estás confundida Anahí, pero antes de continuar necesitamos hacerte algunas preguntas para poder hacer un diagnóstico básico y ver si hay algún tipo de secuela. ¿Te parece si procedemos? — Anahí solo asintió sin saber muy bien qué pensar. ¿Secuela? Tenía tantas preguntas y tan pocas respuestas.

—¿Cuál es tu nombre?

—Anahí Puente — la doctora escribió una nota en el reporte que tenía en la mano.

—¿Qué año es?

—2001 — otra nota.

—¿A qué colegio fuiste?

—Al Elite Way School — la doctora Ramírez agregó otra nota más e intercambió una mirada con su asistente. Anahí estaba perdiendo la paciencia. ¿Qué podían probar ese tipo de preguntas tan básicas? Cualquiera hubiera podido responderlas y después de unos momentos, dejó salir su frustración.

—¿Me pueden explicar qué está sucediendo? ¿Qué clase de diagnóstico es este? Hasta un niño de primaria las pudo haber contestado, ¿por qué no se dejan de tonterías y hablamos de lo que es verdaderamente importante? — Anahí notó como la doctora la miraba con algo parecido a lástima, eso solo empeoró su humor.

—Por favor, Anahí. Tranquilízate. Este diagnóstico es apenas para establecer una base de tu situación actual y, aunque un niño de primaria podría haber contestado correctamente estas preguntas, tú no lo hiciste.

—¿Qué?

—Te equivocaste en algunas de las respuestas.

—¿En cuáles? — demandó de inmediato sintiendo un miedo que la consumía. No podía pensar en ninguna respuesta equivocada.

Olvidando el PasadoWhere stories live. Discover now