Capítulo 12

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Anahí estaba en la cama viendo hacia el techo, cuando una caja azul en lo alto del closet llamó su atención. Recordó que Alfonso le había hablado de más fotografías, emocionada agarró un banco que la ayudara a llegar hasta arriba y bajó la caja. Era pesada, lo que quería decir que había varios contenidos dentro. Se imaginó cuántas fotos podría haber ahí y sintió una curiosidad insoportable. Por fin podría ver más pruebas tangibles de ese pasado que no recordaba. El primer albúm tenía muchas fotos de ella y Alfonso con sus amigos, al parecer habían ido a la playa. Viendo con detenimiento cada foto, podía notar el cambio de sus amigos hacía Alfonso y viceversa. Al principio, salían con el ceño fruncido y lo observaban con desconfianza, pero conforme iba pasando el tiempo, las fotografías se volvían más amistosas. Incluso había una de Kuno y Ucker abrazados con Alfonso, los tres sonreían genuinamente.

A Anahí le costaba trabajo entender cómo tres personas que se odiaban tanto, terminaron siendo amigos. Se preguntaba si en algún momento habrían hablado, si se habrían desahogado y disculpado. Conociendo a sus amigos, no lo habrían perdonado fácilmente, en especial Kuno. Anahí seguía pensando mientras veía más fotos. Era una sensación extraña y lo que al principio la hacía sonreír y alegrarse, empezó a molestarla. Había perdido 10 años de su vida y nada de lo que veía se le resultaba familiar. No había nada que la hiciera recordar, aunque fuera algo, los lugares le parecían desconocidos, a veces habían personas en las fotos que no reconocía. ¿Quiénes eran? ¿Amigos de Alfonso? ¿De ella?

Pero lo que más la incomodaba no era no reconocer gente o lugares, era no reconocerse ella misma. ¿Quién era esa mujer? Anahí no podía evitar notar que conforme avanzaban las fotos, y probablemente el tiempo, veía a una mujer más segura. Se notaba en su postura, en la forma en la vestía que no se parecía a nada que ella recordara usar, la sonrisa que siempre llevaba en el rostro la hacía brillar, se veía contenta, plena. Plena. ¿Hacía cuánto no se sentía así? Pasó por las fotos de su graduación de la universidad y siguió hasta que llegó a un albúm diferente, más bonito. El de su boda. Anahí no supo exactamente en qué momento había empezado a llorar. Uno de los días más especiales en la vida de alguien y había sido completamente borrado de su mente.

Anahí no pudo evitar sorprenderse cuando vio la primera foto de ella con su vestido de novia, era un vestido precioso y elegante, pero a la vez sencillo. Se notaba que no era algo que ella habría podido pagar y sin duda, tampoco Alfonso. ¿Era prestado? ¿Alquilado? Pero cuando vio en una foto la cara de satisfacción de Maite mientras la observaba, dedujo que sin duda había sido un regalo de parte de ella. Anahí tenía tantas preguntas sin respuesta y a veces le costaba ver con los ojos llorosos. Sus amigos y familia se veían felices y todos ellos recordaban un día que era de ella y ella era la única que no recordaba nada. Alfonso se veía guapísimo, por supuesto, y en las fotos en las que ella iba caminando hacia al altar de la mano de su padre, se veía a un Alfonso conmovido que no se molestaba por ocultar las lágrimas que caían por sus mejillas. Anahí pensaba con pesar en lo que hubiera dado por tener ese momento guardado en su mente, el real, no el que veía por medio de una fotografía.

Cuando terminó de ver el albúm, encontró una caja que decía "Nuestro amor" y la abrió. Adentro habían un disco que corrió a poner en la computadora. No pudo evitar la sorpresa al ver que era un video del día de su boda. Desde que se estaban preparando los novios, hasta la fiesta después de la ceremonia. Era como ver una película por primera vez, sin saber nunca qué era lo siguiente que iba a pasar, con la diferencia de que ella era la protagonista. Anahí no podía evitar fruncir el ceño cuando se concentraba en la joven novia del video. «Yo no puedo ser esa» pensó mientras veía como reía a carcajadas mientras bailaba con Ucker. Dulce bailaba cerca de ellos con Alfonso. Anahí siempre había sido cohibida. No le gustaba ser el centro de atención, muchos podrían argumentar que era por ser el día de su boda, pero no era eso. Era la forma en la que se movía, en la que hablaba. Parecía ser otra persona, una que ella no recordaba y no entendía cómo había podido haber cambiado tanto con el paso de los años. Y al notar cómo la veía Alfonso, se preguntaba qué veía él ahora cuando la miraba porque la Anahí del video no era la Anahí del presente.

Olvidando el PasadoWhere stories live. Discover now