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Sebastián le acarició su cabeza de una manera maternal para tratar de tranquilizarlo. No entendía lo que pasaba.

-Oye, mi amigo no se siente bien, tengo que irme, lo siento -le dijo a la chica que estaba ahí parada mirando la situación. Desilusionada solo asintió.

Sebastián se lo llevó a un lugar tranquilo y alejado de las personas para que pudiera explicarle lo que pasaba. Sergio ya había dejado de llorar y solo estaba con la mirada gacha.

-Ahora si dime ¿Qué paso? -preguntó preocupado y un poco triste de verlo así.

-No es nada, solo quería sacarte de esa situación -dijo tratando de mentirle.

-Sé que eso no es verdad, Lewis te dijo algo ¿No? ¿Qué te dijo?

-Solo quiero olvidarlo -no quería mortificar a Seb con sus cosas.

Sebastián asintió, no iba a obligarlo a hablar sino quería.

-Tomemos un descanso ¿Sí? Llamaré a Lew para que nos alcance a los comedores -el mexicano asintió mientras Vettel sacaba su celular para llamar al británico. -Bien -colgó. -Dice que nos alcanzara allá.

De ida al comedor Seb trataba de sacarle información a Sergio de Alonso y este le daba toda esa información a detalle creando en ellos una atmosfera de comodidad y confianza.

Cuando Lewis los alcanzó con las cosas en manos no puedo evitar molestarse más, mientras que él estaba cargado de cosas y con el pendiente de Roscoe ellos se la estaban pasando muy bien.

-Creí que te gustaba Alonso, pero creo que me equivoque -les dijo apenas llegó al lugar haciendo desconcertar a Seb.

-Sí, no estás equivocado, me gusta Alonso -dijo con toda la confianza que esa información no saldría de los labios de Sergio para con el español.

-Oh, perdón, creí que pasar tiempo con Pérez te había hecho cambiar de opinión -decía con un tono demasiado indiferente que comenzaba a molestar a Vettel.

Sergio se había quedado callado viendo toda esa situación, apenas estaba procesando escuchar al británico decirle Pérez. Sentía extraño que Lewis le llamara así.

-¿De qué mierda estás hablando Lew? Sergio es tu prometido -se sentía ofendido por tal insinuación de su hermano jurado.

-Prometido con el que no me quiero casar -dijo por la rabia que sentía.

-¡Lewis! -gritó asustado de que Sergio reaccionara mal por ese comentario.

-Deja que diga lo que quiera -habló Sergio tan calmado que asustó a Seb. -No es como si yo quisiera casarme realmente con él -el mexicano sonreía como si todo aquello hubiera sido una broma. -Mejor ordenemos ya -dijo mientras agarraba el menú, pero muy dentro de él estaba dolido, sentía una gran decepción, se sentía insuficiente.

Sebastián y Lewis se sentaron en silencio viéndose a los ojos entre enojados y sorprendidos por la actitud del latino.

Al alemán no le faltaban ganas de golpear a su amigo por ser tan patán, solo estaba empeorando las cosas y así nunca iba a llegar a enamorar al mexicano tan lindo como lo era Sergio. Al británico por su parte por primera vez en su vida deseo no haber abierto la bocotá de más, con eso que había dicho había reducido sus posibilidades de conquista al 100% seguro. Sergio tenía razón, era un estúpido.

Sebastián trataba de aminorar el ambiente incómodo que se había formado, les contaba que la chica no quería soltarlo ni por un segundo y que no fue hasta que gracias a Sergio pudo liberarse de ella.

Lewis cayó en cuenta que lo que había visto no era el mexicano lanzándose a los brazos de su amigo como toda una ramera, sino que trataba de ayudarlo de esa situación, ahora entendía. Pero vamos, realmente había sido por lo estúpido que se había comportado con él.

MATRIMONIO ARREGLADO || CHEWISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora