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Los invitados estaban divirtiéndose, el ambiente era agradable, la casa del anfitrión era muy espaciosa y cómoda.

En los sillones que estaban pegados en la esquina de la sala yacía un Lewis cansado de haber escuchado a su amigo de solo hablar de un tal Alonso en todo el trayecto a la fiesta.

Hacía media hora que habían llegado a la fiesta y el conocido de su amigo no había llegado aún, ya hasta comenzaba a arrepentirse de haber aceptado ir, el ruido comenzaba a molestarlo, fijó su vista a su acompañante que estaba en el centro de la sala bailando intensamente.

-Al menos alguien se divierte-. Pensó el moreno.

Una llamada le entró a Sebastián interrumpiéndolo del baile que estaba dando, haciendo que se fuera del lugar para poder escuchar mejor.

Mientras tanto Lewis desde el lugar donde estaba, vio a su amigo alejarse para contestar la llamada acto seguido miró hacía la entrada ya que esperaba adivinar quién era el tal Alonso.

-¿Sebastián?-. Se escuchó del otro lado del teléfono.

-¿Alonso?, Sí. Soy yo. ¿Ya llegaron?-.

-Sí, estamos en la entrada, ¿Puedes venir a buscarnos?

-Claro, iré por ustedes, no se muevan voy para allá-. Colgó el celular, rápidamente caminó hacía la entrada, pasó por donde estaba Lewis y le hizo una señal de que lo esperara.

El moreno supuso que los invitados de su amigo ya habían llegado e iría a buscarlos así que tendría que quedarse ahí y no moverse. Volvió su vista a la entrada, logró distinguir a tres personas, en especial a una. Puesto que, nadie más tenía una sonrisa así de preciosa en el mundo.

Su corazón se encogió, uno de los acompañantes del amigo de su amigo era Sergio, no lo podía creer, tenía que salir de ahí. No quería que el ambiente estuviera incómodo entre el grupo además no quería lidiar con él ahora.

Después de presentarse Sebastián le decía a Alonso que había traído a su amigo con él y que los estaban esperando. El grupo de hispanos siguieron al alemán hasta el lugar en donde estaba el amigo de este.

Por otro lado, estaba un Lewis desesperado, ya que por estar pensando en donde esconderse no se dio cuenta de la aproximación que tenían los otros hacía él. ¡Se quedaba sin tiempo! Quiso irse disimuladamente al sentido contrario de ellos, pero era demasiado tarde.

-Ey Lewis, a dónde vas hermano-. Escuchó la voz de su amigo detrás de él.

-A ninguna parte-. Volteó hacia ellos y les dio una sonrisa falsa.

Sergio levantó una ceja, no era tonto. Lewis lo había visto y había tratado de escaparse.

-Mira él es Alonso-. Presentó un alegre Vettel.

-Hola-. Saludó nervioso.

-Él es su amigo Carlos y él es su amigo Sergio-.

-Mucho gusto-. Les dijo dándole la mano, pero sin que los otros lo vieran cuando iba a llegar a Sergio bajo su mano rápidamente dejando el saludo del mexicano al aire.

Checo estaba indignado, ese desgraciado lo había dejado con el saludo al aire y eso le iba a costar caro.

-Él es mi amigo Lewis-. Sebastián dijo presentando a su amigo del alma.

Alonso y Carlos se voltearon a ver mutuamente sorprendidos para después posar sus miradas en Checo. Ese nombre era el nombre de su prometido. Y como si el mexicano supiera lo que pensaban solo sonrió vagamente.

La incomodidad se hizo presente para todos menos para el alemán que no sabía el nombre del prometido de su amigo. Así que no se daba cuenta del ambiente a su alrededor.

-Iré por bebidas-. Sebastián estaba muy entusiasmado de que sus amigos se conocieran y de conocer también a los amigos de Alonso.

-Te acompaño-. Se ofreció su amigo español.

Se fueron del lugar rumbo a la barra de las bebidas. Mientras tanto se habían quedado tres personas ahí. Carlos podía sentir la tensión.

-Umg, umg-. Aclaró su garganta. -Tengo que hacer una llamada, vuelvo en un minuto-. Dijo el primer pretexto que se le vino a la mente.

Sergio no podía creer que Carlos lo estaba dejando morir ahí solo. Puso carita de cachorrito abandonado y eso no pasó desapercibido por el moreno.

Cuando Carlos se alejó lo suficiente Lewis no pudo evitar molestar al mexicano.

-¿Por qué no te sientas futuro esposo?-. Preguntó de manera sarcástica.

A Checo se le subieron los colores al rostro en lo que tomaba asiento, definitivamente sí fuera de piel más clara estaría completamente rojo.
Por un momento había olvidado el tema del matrimonio.

-¿A caso te mordió la lengua el ratón?-.
Agregó para molestar más.

Sergio ya estaba más que estresado de Lewis, primero no lo había saludado y ahora que estaban solos se atrevía a hablarle, eso le estaba agotando la paciencia.

-¿Siempre te comportas así de idiota?-.
Preguntó molesto.

-Umm-. Alargó fingiendo estar pensando. -No, fíjate que no, solo con las personas que se burlan de otras-.

Sergio no podía creerlo, ese tipo aún no superaba lo de esa noche cuando el que tenía más motivos de estar enojado era él.

-No te vayas a morder la lengua querido-. Contraatacó añadiendo el "querido" de forma sarcástica.

Lewis sintió escalofríos al escuchar esa palabra, su corazón se estremeció en una manera que jamás había experimentado. Pero tenía la necesidad de seguir hablando de esa manera con Sergio.

-Claro que no, si no ¿Cómo podré besarte cariño?-. Le dijo a Sergio con un tono coqueto, pero bromista.

Sergio solo bufó. Aunque realmente no le desagradaba del todo que Lewis fuera así con él.

-¿Podrías dejar de ser un idiota solo por hoy?-. Preguntó ya más relajado el mexicano. Esa plática le había parecido graciosa.

-Solo si te disculpas conmigo-. Dijo dándose aires de grandeza.

-¿Disculparme contigo? Tú eres el que debería de disculparse conmigo-. Dijo dolido y ofendido. Realmente esperaba que Lewis dejara de comportarse como un idiota con él.

-Entonces no hay trato cariño-. Dijo con una sonrisa arrogante.

-Púdrete entonces idiota-. Lewis realmente lograba sacar lo peor de él.

Sergio puso su mirada en algún otro sitio para poder distraerse y olvidarse del mal momento que le había hecho pasar Lewis. También para evitarlo, ya no quería seguir hablando con él.

Lewis sintió un peso en el corazón, se había dado cuenta de que lo había hecho sentir mal, realmente se había pasado con Sergio, cuando iba a disculparse unas botellas de tequila fueron colocadas sobre la mesa de centro y al mismo tiempo Carlos volvía de su "llamada".

-Es hora de que nos pongamos hasta el culo-. Dijo Vettel haciendo reír a los presentes.















Este capítulo se lo quiero dedicar a Alpha_1147 que hizo la nueva portada del fic. Estoy muy agradecida. 😽❤️

También estoy muy emocionada de empezar a escribir el siguiente capítulo. Espero que les haya gustado este.

Nos leemos pronto UwU/💕

MATRIMONIO ARREGLADO || CHEWISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora