16. Bed habits.

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Hi~ Como saben, estos eventos tienen sus altos y sus bajos porque es publicar todos los días y la historia no siempre puede mantenerse en puntos de tensión siempre, sinceramente siento que el capítulo de hoy quedo incluso aburrido lo que me frustra porque me demore harto en escribirlo, pero pucha, es bien necesario para entender a dónde ira el desarrollo de Eiji, así que rezo porque sea el unico de esa onda.

Mil gracias por tanto~

Eiji tensa sus puños por encima de sus jeans, siente cómo las irregularidades del sofá se clavan contra su espalda, tensando y destensando aún más su suéter tras cada respiración, sus pupilas se encauzan hacia el reloj que yace enfrente, aun si lo...

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Eiji tensa sus puños por encima de sus jeans, siente cómo las irregularidades del sofá se clavan contra su espalda, tensando y destensando aún más su suéter tras cada respiración, sus pupilas se encauzan hacia el reloj que yace enfrente, aun si lo siente como una eternidad han pasado apenas seis minutos desde la llegada de su invitado, Eiji suspira consiguiendo que un mechón se enrede entre sus racimos de pestañas. Tic. Tic. Tac. Ash lo matará si llega y los encuentra. Tic. Tic. Tac.

—Entonces... —Finalmente se atreve a pronunciar captando la atención de su invitado quién se niega a dejar de lado la copa de vino que le sirvió, son las dos de la tarde, ¿es necesario emborracharse de tan temprano?—. ¿Qué haces acá? —Yut-Lung impresiona ofendido de sobremanera por la cuestión.

—¿Qué no es obvio?

—No. —Traga duro—. No lo es.

—Me secuestré en tu casa.

—¿Qué? —Eiji tiene que quedarse un instante procesando esas palabras para que hagan sentido, no obstante, sin importar cuánto las repase no tienen coherencia, ¿es por su inglés?—. ¿Te secuestraste en mi casa?

—Exacto. —Bufa dejando la copa de vino en la mesita con todos los libros de Ash, apoyándola adrede con sus bordes húmedos y goteantes sobre las novelas de tapa dura, sino fueran historias de Holdens protestaría, pero deshacerse de esas tramas es una oportunidad de oro—. Me secuestré en tu casa la que por cierto, es todo un cuchitril ¿acaso no le alcanzó para algo más bonito?

—¡Pero si este condominio es muy costoso!

—No lo suficientemente costoso. —Gruñe con Buddy sobre su regazo, el cachorro impresiona seguro contra la suave tela de la seda y el perfume de jazmín—. Abandónalo por un hombre con más dinero.

—¡Yut-Lung!

—¿Qué? No me preguntes la razón pero realmente serías popular entre los tipos, supongo que existe una especie de encanto en ti que todos pueden ver menos yo, me he vuelto inmune, te dije, provocas dos tipos de reacciones en la gente a tu alrededor: aquellos que te quieren proteger y los que apenas te soportan y te quieren matar y para tu desgracia sigo siendo el último caso, te odio.

—¿Entonces qué haces acá? —Alza la ceja.

—Le pediste consejos amorosos a Sing.

—¿Y?

—¡Le pediste consejos amorosos a Sing que es un mocoso!, ¿cómo no debo sentirme ofendido? Eres tan cruel Okumura. —Yut-Lung se lleva las manos al pecho, su voz tiembla y el lagrimeo es tan creíble que de repente se siente culpable por no haberlo considerado—. Pensé que éramos amigos pero me estás rompiendo el corazón con esto ¿por qué no me pediste consejos a mí o acaso me subestimas?

Vida doméstica.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora