26. Sounds from above.

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Hi~ Se los tiro temprano hoy pero siento que este capítulo es bien ambivalente porque por un lado, nos da un buen respiro para procesar todo lo que ha pasado y tener un momento tonto donde simplemente no pasa nada, pero al mismo tiempo, nos deja un atisbo de dónde están los conflictos del final, con Eiji sobretodo porque con Ash lo veremos aún más adelante. ¿Qué me queda por decirles? Nos atrasamos dos días pero acá seguimos en el evento.

Gracias por tanto.

Gracias por tanto

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—Oye, dulzura. —El silencio se apodera del bar, nadie se atreve a respirar o a mover un solo músculo ante semejante descaro, Eiji alza sus ojos brillantes de la jarra de cerveza para mirarlo, está vistiendo un suéter en matices crema junto a un chaleco café que combina con sus pantalones, si bien siempre se ve adorable, esta noche luce injustamente bonito—. Te invito una cerveza.

—No, gracias. —Es cortés al rechazarlo—. Como verá, ya tengo una.

—Es solo una excusa para hacerte compañía.

—No necesito compañía.

—¿Acaso viniste con alguien? —Shorter está sentado a la izquierda de Eiji, estaban recuperando esa amistad tan valiosa que pausaron a raíz del abismo emocional con el alcohol de catalizador antes de que aquel oportunista interrumpiera—. Porque no veo ningún anillo ni algo similar, anda preciosura.

—De hecho tengo un anillo.

—¿Entonces dónde está?

—Acá.

—Ah. —Entonces Eiji alza su mano mostrando una reluciente sortija, el diseño es sencillo y pulcro a pesar de la exuberante cantidad de dinero que Ash tiene, optó por una banda de oro con un grabado de sus nombres y la fecha de la boda al reverso—. Lo lamento mucho, mi error.

—No se preocupe, le pasa a cualquiera.

—Aunque a juzgar por el anillo su esposo debe ser muy generoso y tener un gusto impecable, lo veo en esta joya. —Sus dedos se deslizan debajo del mentón de Eiji—. Y en la argolla, por supuesto.

—Oh, tiene un muy buen gusto, créame.

—¿Eh? —Sonríe de manera felina—. También se escucha como alguien sumamente guapo, humilde, probablemente con un IQ superior y una belleza...

—¡Ya! —Sing gimotea del otro lado de la barra—. Ya entendimos, tienen anillos de matrimonio y no necesitan sacárnoslo en cara cada cinco minutos.

—Pero si vinimos para eso.

Entonces Ash sale del papel para abrazar con libertad a su esposo, no se sienta en el taburete, apoya la cadera contra la barra de madera, el ambiente es vintage y tiene un toque refinado, decidió subirle el nivel a la locación para poder celebrar como corresponde la compra de sus sortijas de boda y dada la ocasión también prefirió arreglarse (su hermano no le perdonará que use converse con una polera sucia para la redención de su boda) por lo que se acomodó un crop top naranja con líneas verdes en un patrón de cuadrille arriba de una camisa de cuello alto negra que acentúa la palidez con un efecto de piel de porcelana, impresiona etéreo, galante, incluso lo confundieron con un modelo por lo largo que parece gracias al pantalón de tiro alto. Sabe que se ve bien y por la mirada de Eiji, sabe que igual lo piensa. Feroz. Salvaje. Inhumano.

Vida doméstica.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora