10. Bath.

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Hola mis bonitos lectores~ Llego hecha bolsa, destruida, derrotada pero no del todo porque logramos llegar al 1/3 de la dinamica, yei, el capítulo de hoy de hecho quedó más ligero de lo que tenía previsto porque tuve que dividirlo en dos partes por así decirlo para darle la importancia correspondiente a lo que estaba pasando, así que hoy y mañana nos quedamos más con Eiji.

Espero que les guste~

Espero que les guste~

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—Ei-ji. —Ash canturrea su nombre como si fueran dos sílabas, lo hace con un acento pesado y áspero digno de los americanos pero a la vez lo pronuncia con una ternura inefable, es casi como si estuviera rezando—. Cariño.

«Cariño».

Todavía no se acostumbra a los apodos empalagosos.

—Mi lindo y adorable esposo. —Finalmente los ojos cafés dejan el papel amarillento junto a las letras entintadas para posarse en Aslan, podría estar leyendo las noticias en la tablet si tanta urgencia tiene pero Eiji conoce a cabalidad sus mañas y su favoritismo por leer en físico—. Mi bonito y dulce esposo.

—¿Qué quieres? —Alza una ceja sin inmutarse, sus dedos arrugan suavemente el ejemplar del diario y aunque no lo admitirá, estaba buscando el artículo de Ash y Max aunque no comprenda nada sobre política o economía. Es realmente inteligente, se recuerda, realmente podría hacer lo que él quisiera.

—¿Acaso debo querer algo para ser cariñoso contigo? —Están sentados frente a frente, es temprano y Ash ya ha devorado todo su desayuno—. Eres cruel con tu atractivo, humilde y extraordinariamente intelectual esposo ¿sabes?

—Ash.

—Realmente no te iba a pedir nada. —Finge inocencia—. De hecho, me iba a ofrecer a ir de compras contigo.

—Tú también comes en esta casa por si se te olvida. —Sus dedos se hunden más y más bajo el diario.

—Lo sé, pero tengo un bonito amo de casa que me ayuda con eso.

—¡Ash!

—¿Qué? Incluso deberías recibirme con algún traje sexy o algo así.

—En serio eres imposible. —Gruñe y de repente ir a la universidad suena tentador por el mero placer a fastidiarlo y obligarlo a independizarse en las labores domésticas y no puede ser que le siga lavando la ropa a un hombre adulto con dos manos buenas sin embargo ¿a quién engaña? Lo hace feliz mimar a Ash, le ha tocado crecer demasiado rápido, está bien dejarlo ser un niño—. ¿Hay algo que necesites comprar?

—Sí, me hace falta un shampoo nuevo y alguna bomba de baño.

—¿Una bomba de baño? —Eso es raro, Ash suele odiar esa clase de cosas ostentosas y de hecho son mucho más del estilo de Yut-Lung—. Eso es inusual.

—Sí, estaba pensando que podríamos bañarnos juntos. —Eiji parpadea una. Dos. Tres. Cuatro veces.

—Claro.

Vida doméstica.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora