Muchas veces, los sueños, son muy difíciles de conseguir... en mi caso, es así. Tengo familia, una perfecta para muchos, pero un infierno para mí.
Mis padres prefieren el dinero, y mi hermano, bueno, es como si no existiera. Delante de las personas somos un teatro, hacemos creer que somos una unidad, cuando en realidad, eso es algo muy lejano a lo que somos... aunque ni siquiera sé que somos, de lo que estoy segura es que, no es una familia.
Al grano; soy una chica sencilla, no soy ni la nerd, ni la más popular en mi colegio, soy solo una estudiante más allí, nunca he sufrido de bullyng y dudo hacerlo. Mi cabello es rubio, mis ojos son como un agujero negro, según mi abuela. Soy delgada, mido 1.57, pero eso no impide que no trate de cumplir mi sueño.
De seguro se preguntaran cual es; el boxeo. Sí, mi vida es el boxeo, no adoro otra cosa más que llegar al gimnasio donde práctico y poder golpear un saco de boxeo, logrando así poder desahogarme de todo lo que pasa a mí alrededor. Mi entrenador se llama Henry, lo ha sido por tres años y él es el único que sabe sobre esto; nos reunimos todos los días en la noche, a la hora que cierran el gimnasio, no sé qué fuera de mí sin él... es como mi padre, ¿saben? O tal vez, mi mejor amigo. Como sea, he trabajado duro por un campo en alguna competición, y hoy es mi oportunidad para ganar ese boleto, pero... no sin antes luchar contra Candice Williams, una chica que quiere exactamente lo que yo, y que hará lo que sea para conseguirlo, pero yo también haré lo que sea para conseguir lo que llevo anhelando por años, aunque admito que el físico de ella es aterrador.
-Tienes que lograrlo Lucy, puedes hacerlo- me digo a mi misma.
Suspiro.
Desearía que mi madre estuviera acá o alguien, quien sea, pero no tengo amigas, ni siquiera tengo a mi hermano, solo a Henry y a los cachorritos de la calle; si, amo los animales. En fin, en este momento solo importo yo, solo importa esta pelea, solo importa ganar y si no, saber perder... solo importa cumplir mi sueño.
-¡Lucy O'Neal contra Candice Williams!- escucho
Nos encontramos en el cuadrilátero, fulminándonos con la mirada y con el árbitro entre nosotras. Las personas que se encuentran paradas alrededor del ring, gritan con fuerza nuestros nombres, lo que hace que mi espíritu competitivo se encienda aún más.
-¡Que empiece el combate!- escucho nuevamente.
El árbitro se aleja lo suficiente y quedamos solo nosotras, una enfrente de otra. Me posiciono en guardia y espero que se acerque.
-Hora de ganar- susurro para mí.
ESTÁS LEYENDO
War Beats
Teen FictionLas guerras van y vienen, pero no siempre de la manera que esperamos. *Puede contener vocabulario obsceno*