Capitulo #3
Un ruidoso, chillante y molesto sonido inunda mis oídos obligándome a abrir los ojos de golpe. Mis ojos tratan de acostumbrarse a la molesta luz que atraviesa la ventana, mientras mi mano derecha busca desesperadamente mi celular. Luego de unos segundos siguiendo ese sonido, doy con el celular, apagando rápidamente la alarma; suelto un largo y profundo suspiro y me levanto de mala gana.
Miro mi habitación con cautela; no, no falta nada. Satisfecha, me acerco al armario y busco entre el desorden que se oculta dentro de las puertas algo ¿limpio? Si bueno, necesito contar mucho sobre mi vida ahora:
Primero: se han de preguntar porque reviso mi habitación con la mirada, ¿no? Bueno, pues... es solo que siempre que discuto con Adam, el muy imbécil me hace ''una broma'', y siempre es en mi habitación; rompiéndome las cosas, poniendo animales muertos, escondiendo mi ropa interior... no lo sé, son muchas, muchas, muchas, muchas cosas. Me tomaría todo un día hablar sobre eso.
Segundo: soy adoptada; es una larga historia, aunque no es adoptada, adoptada, es algo así como un ''alojamiento'' aunque este ha durado por doce años, (hoy cumplo 17). En realidad, los que ahora son ''mis padres'' son mis tíos. Mi madre me abandonó a los cinco, y mi padre se quiso hacer cargo de mí, aun teniendo a Adam, aunque juro por mi jugo de uvas, que es mentira. Él no me quiere ver ni en pintura, ¿Por qué querría cuidarme? Bueno, de todos modos eso ya no importa. Mi madre biológica nunca volvió ni he sabido nada de ella, mis padres de crianza ahora solo se la viven dentro de sus celulares y trabajos, al menos para mí, claro, Adam es la excepción, es el centro de atención de todo y de todos. Da igual si están muy ocupados, todo su tiempo libre, es para él y nada más. Agrio.
Tercero: Henry. Henry es como mi padre desde que cumplí los trece años; me conoció en el gimnasio al que aún sigo yendo a entrenar, me vio espiando en la entrada todo lo que hacían, ya que antes daban clases de boxeo allí; era I.N.C.R.E.I.B.L.E, no lo puedo negar. Me ofreció entrar y acepte, a mis padres no les dio mucho interés así que no tuve de que preocuparme. No tengo amigos, en el colegio soy la típica chica que es anti-social, pero eso no significa que no me sepa defender de las maquinillas que hay allí; lo han intentado y fracasaron; las chicas cirugías nunca, nunca le ganan a Lucy O'Neal. ¡O si, si llevo los apellidos de ''mis padres''! Increíble, ¿no? (espero noten el sarcasmo)
Camino hacia el baño arrastrando los pies y con las ropa sobre mi hombro; también olvide decir que hoy es el primer día de clases, muy motivador (señor sarcasmo presente). Luego de unos minutos salgo del baño vestida con una camiseta de tirantes blanca con un emoticón sacando el dedo corazón y la lengua, un pantalón azul tubo, rasgado en las rodillas y un poco en los muslos, y mis tenis negras con cordones cafés por la suciedad que aún tienen; solían ser blancos. Después las lavare.
Tomo mi mochila azul, con pequeños rastros de color verde esmeralda; tiene varias bolsitas por fuera, y unas dos que sirven para meter los cuadernos, una laptop y esas cosas. Tomo un cuaderno cualquiera y unos cinco lápices, y los meto dentro del bolso. Lo llevo a mi hombro derecho y no me molesto en pasarme la otra tira por el otro hombro, lo dejo allí, con mi mano derecha sosteniendo la tira que se encuentra apoyada en mi hombro.
Corro literalmente al baño, para posicionarme frente a espejo y pasarme rápidamente el peine por el cabello, luego tomo mi desodorante y paso por mis axilas, y por último un delicioso perfume floreal me baña la ropa. Salgo del baño y luego de la habitación, dejando mi cama desordenada, y el armario también, con algunas prendas a su alrededor.
Camino por el pasillo hacia las escaleras y me doy cuenta de que los demás miembros de la familia ya se han despertado, por lo que algo dentro de mí me impide bajar a desayunar, pero ni muerta podría dejar pasar mis deliciosos pastelillos hechos por Marta. Esa mujer cocina increíble.
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War Beats
Teen FictionLas guerras van y vienen, pero no siempre de la manera que esperamos. *Puede contener vocabulario obsceno*