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Capítulo 42

Drake se encontraba tambaleante frente al auto, falta poco para que sus piernas no le respondan y caiga al suelo como peso muerto. Su mirada se topa con la mía: sus párpados se encuentran decaídos, sus pupilas dilatadas y alrededor de estas el color rojo palpitante que me indica que tal vez su estado sea producto de alguna droga que seguro consumió.

Es como si el tiempo se paralizara. No pierdo de vista al hipster mientras cae al pavimento con una sonrisilla estúpida en la cara. No lo pienso mucho, en menos de dos segundos me encuentro fuera del auto para ayudarle.

— ¡Hey!— me arrodillo a su lado y tomo su rostro entre mis manos— ¿Estás bien?

—Hola muñequita— dice arrastrando las palabras—. Yo a ti te conozco, eh... ¡Claro! La guapa O'Neal. Me puedes decir porque mierda eres tan difícil, rubia...

Ruedo los ojos y lo examino.

— ¿Qué te sucedió? ¿Qué haces aquí?

Sus ojos se cierran por unos segundos y los abre de golpe intentando decir algo, pero lo único que sale de su boca es un pequeño eructo, haciendo que el olor a alcohol barato llegue a mis fosas nasales.

—Sabes y-yo estoy seguro de q-que— hipa entre las palabras— eres mi alma gemela, y tenía que encontrarte. Por eso estoy aquí, contigo— sube el tono de voz mientras se incorpora de golpe, lo que produce que su cuerpo se tambalee brusco y casi caiga al suelo, sin embargo Tyler aparece y lo toma de un brazo, mirándolo con una ceja enarcada—. Hey, que mierda te sucede amigo— Drake se separa, empujándolo—, no ves que hablo con mi chica.

— ¿Tu chica?— pregunta Tyler cauteloso.

—Claro que si hermano, tú...— se desplaza hacia él como puede y toca su hombro, acercándose a su oído— sabes qué el que llega primero tiene la ventaja— frunce el ceño confundido— ¿O el primero gana? No sé amigo, la cuestión es que— lo mira a los ojos— la encontré yo primero.

Mi entrenador da un paso enfrente y ladea leve la cabeza antes de comenzar a hablar: —No soy tu amigo, tampoco soy tu hermano— golpea levemente con el índice su frente—. Y si vuelves a abrir la boca, créeme que te hago pedazos ¿sí lo entiendes?— concluye en voz baja, a lo que Drake responde alzando sus manos en forma de rendición.

Una sonrisa quiere brotar en mi rostro; ¿acaso estaba celoso?

—Tyler, déjalo, está tomado... ¿Podemos llevarlo a casa?— pregunto en un murmuro acercándome.

Me mira incrédulo, pero luego de unos segundos asiente chasqueando la lengua, notoriamente en desacuerdo. Amenaza con la mirada una vez más a Drake y pasa por su lado, golpeando su hombro para subir al lado del piloto.

—Vamos, hipster, necesitas que Ana te dé una buena taza de café— comienzo a caminar a la puerta del copiloto y escucho a Drake venir detrás.

¿Por qué estaba haciendo aquello? Se supone que lo odio, bueno en realidad no se supone, si lo hago. Supongo que después de todo, en el fondo no quiero sentirme culpable si luego le sucede algo y yo hubiese podido ayudarlo.

Narrador Omnisciente:

¿Crees que un segundo es un lapso fugaz y ligero? ¿Crees que nada ocurre durante el? ¿Qué si lo pierdes o lo vives no habrán consecuencias?

Piensa otra vez...

En un periodo tan pequeño pueden suceder tantas cosas o a veces, tan pocas... Pero, la verdadera pregunta aquí es: ¿Lo podrías saber? ¿Lo podrías evitar? ¿O podrías hacer que suceda?
Se dice que las personas reaccionan al miedo antes de sentirlo, pero ¿se puede persuadir?

Lucy llega al lado derecho del automóvil al mismo tiempo en el que Tyler comienza a abrir la puerta del piloto; una sonrisa camuflada se encontraba formada en los labios de ella, porque después de todo, la escena anterior le había permitido observar el interés que tenía en ella aquel chico rubio y de ojos tan brillantes como el agua siendo iluminada por la luna, y se dio cuenta que después de todo, no se sentía tan mal.

La curva de sus comisuras se apaga en cuanto el estallido de un arma inunda sus oídos. Tyler es el primero en mirar alarmado el lugar de origen; un auto blanco, con vidrios polarizados se encontraba cerca de ellos, acelerando a gran velocidad. Pero lo que más sobresalía de ese automóvil era el cañón del arma asomándose por una ventana trasera; el arma que había detonado aquel disparo.

Lucy, por otro lado, miró al lado contrario de Tyler. Sus ojos se cristalizaron, sus manos comenzaron a sudar frío y su mente se puso en blanco. Sintió como sus piernas comenzaban a flaquear; lo que había frente a sus ojos parecía un sueño, o más bien, una pesadilla...

''Drake'' susurra su boca seca de labios temblorosos. Una lágrima salada cayó al suelo al mismo tiempo en que otro estallido resuena. Sin embargo, sus rodillas no aguantaron más y su cuerpo cayó al suelo, al costado del cuerpo del chico hipster. Un gran nudo se formó en su garganta que casi le impedía llenar sus pulmones de aire.

La sensación era tan rara, sentía un peso en sus hombros, como si quisieran restregarla contra el pavimento de la carretera. Su estómago se revolvió y sus ojos comenzaron a llorar. Su mente daba vueltas por doquier.

Apoya sus manos en la carretera mientras abre la boca en busca de oxígeno, mientras mira la sangre que salía de la cabeza del chico, formando un charco a su alrededor. Sus ojos ya no tenían color y sus labios tampoco.

—Imposible...— masculla con voz quebrada y su mano se dirige sin permiso a los ojos abiertos de Drake, para cerrarlos lentamente.

— ¡Lucy!— la voz de Tyler es como un eco lejano para ella.

El entrenador lo nota y sin perder tiempo corre hacia ella, la toma entre sus brazos y la mete al interior del auto, seguidamente corre a su asiento y acelera a toda velocidad, intentando perder de vista a quienes intentaban quitarles la vida.

Tyler POV

Todo ocurrió tan rápido. No termino de asimilar bien lo que acaba de suceder. Miro por el retrovisor, divisando el cuerpo del chico que yace en el suelo; recibió el disparo en su cabeza, matándolo en seguida. Pensar que ese disparo lo pudo recibir Lucy, me revuelve el estómago.

Presentía que George iba a salirse con la suya, pero no que lo haría tan pronto.

—Lucy, cariño— digo sin dejar de mirar la carretera, mientras aprieto a fondo el acelerador—, dime algo, por favor.

Solo recibo el sonido de su respiración acelerada a causa del llanto. Está a punto de entrar en estado de shock, y no puedo dejar que eso suceda.

— ¡Maldita sea!— exclamo al escuchar más disparos.

Decido doblar en una curva, que lleva hacia el interior del bosque (quiero evitar un accidente en la ciudad)

La adrenalina comienza a correr por mis venas; no veía bien la calle ya que no había postes de luz. Sentía como el auto nos acorralaba poco a poco, por lo que comienzo a sentirme más presionado. Estaba corriendo por mi vida y la de Lucy, pero un sentimiento extraño comienza a inundarme.

Escuchaba como las llantas rebotaban al pasar por varios huecos que no evito. Dejo de pensar todo esto en cuanto la respiración de la chica a mi lado se calma.

— ¡¿Lucy?!— no puedo evitarlo y la miro, notando que se había desmayado.

Mi instinto me obliga a mirar al frente, pero ya era tarde. Una curva termina tomándome desprevenido; de inmediato apretó el freno lo más fuerte que puedo, junto al freno del motor, sin embargo la calle de lastre hace que el auto derrape y se vuelque, provocando que caigamos al precipicio.

Pocos segundos antes de que sucediera esto, logro colocarme sobre Lucy, protegiéndola con mi cuerpo mientras abrazo con fuerza el asiento.

Luego de esto... todo se vuelve negro. 

War BeatsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora