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Capitulo #14

Escucho fuertes golpes a lo lejos, que poco a poco se van haciendo más presentes, por lo que me acurruco aún más bajo las mantas de mi cama y gruño por lo bajo, intentando conciliar el sueño de nuevo, pero el sonido comienza a ser aún más claro, por lo que me doy cuenta de que proviene de la puerta.

-¡Lucy, abre la puerta!- exige una voz masculina- ¡Ahora!

Alejo las mantas de mi rostro bruscamente y observo el reloj de mesa que está cerca de la ventana: 9:47pm

'' ¡¿Me están jodiendo?!''

-¡Lucy!- es Adam- ¡Abre!

Me levanto envuelta entre la oscuridad de la noche y con mucha dificultad, llego hasta la computadora, quitando las melodías de Maná que aún seguían sonando por lo bajo, ya que, la computadora estaba descargada. Me acerco a la puerta, no sin antes, tomar las tijeras que tengo en una mesita de noche. Abro con las tijeras elevadas amenazadoramente, topándome con un Adam que abre los ojos como platos al observar las tijeras.

-¿Qué? ¿No te han dicho que es de mala educación levantar a una persona a las 9pm?- digo entre dientes- ¿Acaso te apetece que te corte la cabeza? ¡Déjame dormir, carajo!

Cierro la puerta en sus narices, dejándole las palabras en la boca. Me acerco cansada a mi dulce cama, pero en el trayecto, el sonido de la puerta vuelve a retumbar por la habitación.

Prendo la luz para despertarme un poco y abro nuevamente la puerta.

-¡¿Qué te he dicho niñato?!- grito sintiendo mi cabeza arder.

''Lo que me faltaba; migraña''

-Mamá y papá te esperan abajo- dice serio y comienza a caminar hacia las escaleras.

Bajo las tijeras y las tiro en dirección a mi cama, donde caen estratégicamente. Apago la luz, salgo de la habitación y cierro la puerta.

-Reunión familiar- susurro para mí mientras camino a las escaleras.

Bajo de dos en dos, haciendo que mi cabeza retumbe aún más, pero no le doy importancia. Al llegar a la plata baja observo hacia mis costados, esperando ver por las puertas hechas de paredes, buscando alguna pista de donde puedan estar esperándome.

-Por acá- escucho la voz de mi madre, proveniente de la sala-juegos-bar.

Me dirijo a la puerta izquierda y entro a la sala. Inmediatamente observo a mis padres y a Adam sentados en los sillones color marfil. Parpadeo un poco para acostumbrarme a la pálida luz que alumbra el lugar y me acerco con calma hacia ellos.

-¿Me llamaban?- digo cuando estoy lo suficientemente cerca.

-Siéntate- exige mi padre.

Suspiro y me siento al lado de mi madre, quien solo se limita a mirar el suelo. Por el contrario, mi padre está al lado de Adam, quien me mira con una sonrisa de burla, y mi padre, bueno, ya lo imaginaran, si pudiera matarme con la mirada, estaría bajo tierra ahora mismo.

-Solo lo preguntaré una vez...- comienza a decir- ¿Por qué diablos has hecho eso hace unas horas con tu hermano? ¿A qué se debe ese estúpido capricho que armaste frente a Leila?- ruedo los ojos- ¿Imaginas la posición en la que nos pusiste, acaso? ¡Es la hija de un socio muy importante!

-Increíble...- dejo escapar una sonrisa de victoria.

-¿Qué es increíble? ¿Qué te hace tanta gracia?- dice alzando la voz- ¡Explica de una vez por todas que diablos te pasa por la cabeza!

War BeatsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora