Trenton Sawyer ha luchado con sudor y sangre para salir de una vida de violencia y autodestrucción. Años y años de entrenamiento le han llevado a convertirse en uno de los mejores luchadores de la MMA en las últimas décadas.
Sin embargo todo ese sac...
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ADVERTENCIA: Este capítulo relata escenas de abuso Y agresión sexual a modo de flashback que pueden herir la sensibilidad, por favor, proceded con cautela.
La primera vez que Vincent me tocó en contra de mi voluntad tenía doce años, él; quince. Acababa de mudarse con nosotros, luego de que su madre falleciera en extrañas circunstancias y mi padre me suplicó que pusiera de mi parte para llevarme bien con él, que era un chico difícil.
Siempre fuimos mi padre y yo contra el mundo. Él se hizo cargo de mí cuando mi madre decidió marcharse con su nuevo novio y dejarnos atrás, porque la vida en el campo no era suficiente para ella. Tenía otras aspiraciones.
Y no le importó dejar atrás a su única hija, ni a un ex marido que nunca logró recuperarse del todo del golpe de su abandono.
Al principio, Vincent fue simpático conmigo. No hablaba mucho; era muy callado, observador y siempre estaba taciturno. Pensé que era porque estaba triste, como yo.
Pero pronto me di cuenta de que simplemente esa era su forma de ser, que algo no funcionaba bien en su cabeza. O lo hacía de un modo demasiado retorcido como para comprenderlo.
Mi padre no se daba cuenta de nada, porque con él era atento y agradable. No tardé en darme cuenta de que ese hijo modelo no era más que una fachada perfecta que se había creado para pasar desapercibido...para no ser descubierto.
Empezó a obsesionarse conmigo. Controlaba cada chico con el que hablaba, mi período y hasta me robaba ropa interior.
Mi padre era un gran fanático del béisbol. No se perdía ni un solo partido de los Yankees. Aunque siempre se quedaba dormido antes de que terminara. Demasiada cerveza.
Ahí era donde Vincent actuaba.
Me metía los dedos bajo la ropa interior y me tapaba la boca para que no gritara. Otras veces, me obligaba a hacerle una mamada y me amenazaba con matarme si hacía el menor ruido o le contaba a mi padre lo que me forzaba a hacer.
Poco a poco, sus avances se volvieron más depredadores...hasta que me violó de todas las formas imaginables.
Fueron años de tortuoso infierno. De consumirme día tras día hasta apagarme como una vela. Yo era una marioneta en sus manos.
De algún modo, él siempre se anticipaba a mis movimientos para evitar que denunciara sus abusos. Me manipulaba, yo era una cría y no podía luchar contra él.
Hasta que un día, cuando yo tenía diecisiete años, papá se despertó antes de tiempo. En aquella ocasión, Vincent me había llevado a su habitación y estaba encima de mí. Me resistí y me pegó, solía hacerlo a menudo para someterme, así que mi labio sangraba.
