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Cómo era de medio día Naruto se dispuso a ir a casa para preparar almuerzo, o al menos a hacer el intento. Lo que no esperaba era ver a su mamá en la puerta de su casa.

La pelirroja lo abraza y le besa la mejilla varias veces -Naruto, cielo -acaricia sus marquitas -Konohamaru me había dicho que Sasuke iba a mandarte a una misión, así que vine antes de que te fueras.

Naruto la ve con confusión, luego recuerda que era para proteger la verdad entre ellos.

-Mamá, Sasuke no me ha asignado nada, no por ahora -sonríe -Ven, vamos a adentro -la pelirroja asiente, pasa al hogar de su hijo admirando toda su decoración.

En la entrada está un cuadra grande con ellos dos el día de la Ceremonia del título de Hokage. Los dos se ven felices a pesar de que Sasuke no sonríe mucho en dicha imágen.

-Mamá, ¿puedes ayudarme a cocinar para mi esposo? -pregunta con pena en un murmullo.

Ella le sonríe con cariño y lo guía hasta la cocina para comenzar con aquello -Claro que sí, Naru.

-¿Y papá?

-Dijo que viene luego. No sé qué estará haciendo, pero no podía venir ahora -pone a lavar los vegetales en un colador especial.

Naruto enciende la cocina y coloca un caldero para el arroz.

-Espero que venga cuando esté listo todo para comer -Kushina le entrega unos ajíes verdes para que los pique -Mamá, ¿cómo se conocieron papá y tú?

Kushina lo mira con extrañeza pero decide hablarle. Sobre ellos y su acercamiento, su rivalidad, porque por lo que pudo escuchar Kushina era muy ruda y casi con el temperamento de un chico.

El rubio menea el arroz mientras que Kushina guisa el pollo en otro sartén. Los vegetales evaporados los sacó del fuego y los dejó tapado a un lado de lo otro.

Luego le estaba contando que la raptaron unos de Kumogakure para robar el poder de Kyūbi ya que era una Jinchūriki. Y con todo y eso, Minato era más poderoso que esos Jōnin de aquella tierra.

Ella suspira muy enamorada por acordarse de ese momento romántico y las palabras de su compañero de vida.

-... Y me dijo "no quería perderte", él no quería que me pasará nada malo. Y desde ese día le tomé amor a Minato y por mi cabello.

El rubio está sonriendo por el relato de su madre, y termina de bajar el arroz junto con el pollo.

-Bien, Naruto -dice luego de probar su comida -Solo falta bajar los huevos sancochados -ella toma los guantes de tela y los retira de la cocina para el mesón.

Minato se aparece por la ventana, por un momento creyó que Kushina no estaría en la cocina. Grave error.

-Kushina -sonríe nervioso y pasa a la cocina -Y hola, Naru..-antes de que pudiera terminar su hijo lo había abrazado con fuerza, como si su vida dependiera de ello.

-Tenía días sin saber de ti, papá -su posición se relajó y acaricia sus cabellos rubios, iguales a los de él.

-Te visitaré más seguido, Naruto, lo prometo -lo abraza un poco más.

Deshace el contacto y se miran unos segundos. Minato nota algo -¿Y Sasuke?

-Ya está por llegar -le dice su hijo.

El Uchiha viene bajando las escaleras de su hogar y baja hasta la cocina, no es una sala cerrada, por ello Naruto pudo ver qué Sasuke tenía más tiempo en casa. Mejor dicho, había llegado sin que él lo notara.

Somos Esposos [SasuNaru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora