Paso el resto de la noche pegada a Nick.
Quisiera de decir que es una forma reconfortante de sentirme mejor, que me siento culpable y lo arreglo manteniéndome lo más alejada posible de Fred Weasley, o que entiendo lo importante que es esta noche y no puedo seguir fallándole a Nick.
Pero no es el caso.
La verdad es que me mantengo a su lado porque quiero averiguar qué tanto tengo que provocar a Fred para que haga algo. Cuántas veces tengo que acariciar a Nick, susurrarle algo en el oído y darle un beso para que Fred venga a tomarme del brazo y me lleve al baño para cogerme contra el lavabo.
¿La respuesta? Se necesita más de lo que pensé.
Eso, o está llevando cuenta de todo lo que hago para castigarme por ello después.
Por Merlín, espero que sea lo segundo.
Pero no pierdo de vista a Fred en toda la noche. Ni cuando veo mujeres acercándose a él, y mucho menos cuando las invita a bailar. Cuando nos topamos en la pista de baile lo ignoro olímpicamente, pero cuando nos encontramos en la barra hago mi mayor esfuerzo por apegarme a él para conseguir una reacción. Y no la consigo.
Sin embargo, para el final de la noche, cuando todos estamos esperando irnos a casa por polvos flu, Nick me abraza por la cintura y yo paso los brazos por sus hombros. Él se siente alentado por la buena noche que cree que tuvimos y baja un poco las manos hasta mi trasero, dándole un suave apretón que me hace dar un respingo. Le sonrío nerviosa, pero le pongo la mejilla cuando se inclina para darme un beso.
Y es ahí cuando lo veo.
Varios metros más allá, Fred lo ha visto todo.
Y no tiene cara de estar contento.
Si hay algo que ha logrado que me castiguen por esta noche, ha sido eso.
¿Pero cuándo? Tomo la red flu a mi casa, insistiéndole a Nick sobre lo cansada que me siento, sobre lo mucho que simplemente necesito dormir para que me deje sola, y él lo hace. Ya llevamos mucho tiempo bailando este tango como para que no lo reconozca.
Me quedo despierta en mi cama, pensando en Fred. En la oscuridad de sus ojos cuando vio la forma en que Nick me tocaba. En la forma en que apretó la quijada y las manos. En la rigidez de su cuerpo al ver que alguien más tocaba su juguete.
Hay un fuego en mí que insiste en seguir ardiendo por más que trate de apagarlo. Ni si quiera quiero intentar tocarme porque sé perfectamente que no lo lograré. Es un fuego que pide la mano de su dueño.
La chimenea de mi habitación se ilumina en una llamarada esmeralda, justo a tiempo.
Fred da largas zancadas hasta la cama, quitando las sábanas y tomándome por los brazos con la respiración agitada.
"Hoy fuiste una chica muy mala, Iris"
Sus ojos tienen una nueva intensidad, y aunque tiene un suave olor a licor, sus palabras son tan firmes como siempre.
Se inclina hacia mí y me roza con su nariz y sus labios. Yo levanto el rostro esperando su beso, pero sólo me llega una risa.
"Fuiste una chica mala, así que ahora vas a aceptar lo que te dé y te va a gustar"
Todo mi cuerpo se tensa ante esa declaración. Ya se está preparando para lo que va a recibir.
Con sus manos todavía alrededor de mis brazos, me besa fuerte y descontrolado. Fred termina de subirse por completo a la cama y se coloca encima de mí, mis piernas inmediatamente abriéndose para darle lugar.
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𝐠𝐚𝐦𝐞𝐬 • 𝐟𝐫𝐞𝐝 𝐰𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲 𝐟𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜𝐭𝐢𝐨𝐧
Fanfiction"Juguemos un juego" "No, gracias" "No sabes de qué va el juego" "Ya me hago una idea de qué van tus juegos" Iris Black siempre se mantuvo alejada de los Weasley por una razón. No tenía nada en común con ellos. Hasta que una noche, su primo Dra...