Capítulo 2

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El ojiazul entregó el cuerpo del bandido a la marina y mientras recibía la recompensa correspondiente, el marín que lo atendió le dio múltiples carteles de piratas y bandidos buscados deseándole suerte en su nueva carrera como cazarrecompensas y dándole las gracias por haber elegido el camino correcto para limpiar el mal del mundo.


Al parecer, el marín era alguien hablador y se esmero en su sermón.


Naruto solo lo ignoró decidiendo salir del lugar lo más rápido que pudo con su recompensa y los carteles dejando al hombre seguir hablando solo.


Luego de algunos minutos de silenciosa y tranquila caminata, el rubio llegó a su barco.


Si, el barco oficialmente ahora le pertenecía a él.


Encontró que los clones habían cambiado las velas dejando las normales que había comprado en una tienda sin ningún emblema pintado en ella ni nada por el estilo.


Subiendo a su barco, comenzó a dar instrucciones específicas a los clones que aún no se habían desvanecido subiendo las anclas permitiendo que el barco poco a poco se alejara de los muelles.


Mientras se sentaba al frente con sus piernas cruzadas, pensó con una pequeña sonrisa triste mientras el viento golpeaba su rostro moviendo su cabello.


"Abuelo, comenzaré mi travesía por este mar como lo hablamos en tantas ocasiones."


Luego colocando un rostro determinado y serio, pensó mirando al cielo con pequeñas lagrimas formándose en sus ojos.


"Ayudare a la gente inocente y no permitiré que sufran por injusticias, también, recorreré el Grand Line por ti, por encontrar de nuevo mi antiguo hogar."


Se limpio las lágrimas con la manga de su chaqueta mirando de nuevo al mar con un rostro calmado pero determinado.


Luego de algunos segundos de silencio cómodo, una voz retumbó en los oídos del rubio diciendo con calma.


"Para poder cumplir eso, deberás fortalecerte gaki, como en las naciones elementales, aquí debe de haber gente sumamente fuerte."


El rubio parpadeando, miro para todos lados viendo solo a sus clones mientras decía con confusión.


Esa voz, kyubi?


Un gruñido resonó en su cabeza mientras el gran zorro volvía a hablar con enfado.


"Acaso tienes a alguien más sellado en tus entrañas? Claro que soy yo idiota."


Naruto riendo un poco nervioso, respondió en voz alta rascándose la parte posterior de su cabeza.


Oye oye, no te enojes, no es mi intención hacer eso jeje.


Otro gruñido retumbó en su mente pero no se escucho más de parte del zorro.

Naruto Uzumaki: el Remolino SangrientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora