Naruto Uzumaki: el Remolino Sangriento

Capitulo 14

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El rubio tomando el tentáculo entre sus manos con fuerza tratando de soltarse, exclamó alterado.

¡¡Pero que mier!!

Fue cortado a medía frase cuando el tentáculo comenzó a retraerse jalándolo segundos después llevándolo al mar hundiéndolo sin que ninguno de sus compañeros se enteraran al seguir dormidos.

El barco siguió navegando en silencio con el mar volviendo poco a poco a su calma y silencio habitual en las noches causando un sueño más pesado en Nojiko y los demás.

Naruto había desaparecido por completo sin dejar rastro alguno detrás de él o del lugar a donde lo podría haber llevado ese tentáculo.

•||Capítulo Actual.||•

Ubicándonos en el fondo del mar, se pudo ver al rubio forcejeando con el tentáculo que no lo quería soltar aún jalándolo cada vez más profundo.

Expulsando algunas burbujas de su boca, sacó de la bolsa de su cintura un kunai y mientras lo empuñaba con fuerza, cortó el tentáculo en un corte limpio produciendo un fuerte chillido de dolor que lo hizo estremecer de dolor cerrando sus ojos.

Abriendo uno de sus ojos mirando a su alrededor logrando ver que el tentáculo había desaparecido y que la parte que había cortado se había desenrollado de su cintura, pensó alterado.

"Mierda, no puedo ver mucho, también el aire se me está acabando, tengo que volver a la superficie."

Con el kunai aún en su mano, comenzó a nadar con rapidez queriendo llegar a la superficie lo antes posible.

Mientras se acercaba poco a poco, varios tentáculos se vieron salir disparados con gran rapidez hacia el rubio con intenciones esta vez de atarlo por completo sin darle ninguna posibilidad de escape.

Naruto mirando hacia abajo, pudo ver los tentáculos a escasos metros de su posición así que deteniéndose, pensó serio expulsando otras pocas burbujas.

"Tengo que encargarme de estas cosas antes."

Justo cuando los tentáculos llegaron dónde el ojiazul, este giro sobre su propio eje lo mejor que pudo sosteniendo otro kunai en su mano libre logrando cortar varios tentáculos produciendo más chillidos dolorosos.

Eso no lo detuvo a moverse lo mejor que pudo cortando los tentáculos reduciéndolos poco a poco.

Luego de algunos segundos, el ojiazul se canso y mientras guardaba sus kunais, pensó teniendo una vena marcada en su cuello.

"Ya no puedo seguir jugando, mi oxígeno se acaba."

Mientras hacia señales con las manos, pensó con un rostro serio viendo como más tentáculos venían en su dirección.