Naruto Uzumaki: el Remolino Sangriento

Capitulo15

⟨⟨Capítulo anterior.⟩⟩

Expulsando el humo de un cigarrillo, una voz femenina se dejó escuchar dónde se mostró una chaqueta blanca sobre sus hombros con el kanji para 'justicia' y el kanji de 'capitán' en su espalda diciendo con gran seriedad.

Este es el lugar donde se vio a ese hombre por última vez, todavía debe seguir en este lugar, es momento de que ese criminal se enfrente por fin a la justicia.

Todos los hombres en coro, exclamaron un fuerte 'si capitán' ganándose una sonrisa de la mujer donde se mostró un par de guantes en sus manos y unos lentes de sol cubriendo sus ojos y brillando de forma espeluznante.

⟨⟨Capítulo actual.⟩⟩

⟨⟨Volviendo con Naruto.⟩⟩

El susodicho iba caminando con las manos detrás de su cabeza mirando todo con aburrimiento mientras a su lado, Ban lo miraba con una sonrisa tensa teniendo una gota de sudor bajando por su mejilla.

Suspirando de cansancio, el hombre habló con calma deteniéndose en otro puesto mirando los productos con ojos crípticos mientras se agachaba un poco.

Oye, te dejé claro que no me voy a unir a ti, porque sigues insistiéndome?

El ojiazul deteniéndose mirándolo fijamente, respondió con un bostezo perezoso.

Pues, no tengo nada que hacer, y te quiero como mi cocinero así que no me rendiré tan fácil ttebayo.

El peliplata sonriendo divertido mientras escogía algunas cosas del lugar, respondió con voz curiosa.

¿Enserio? ¿Y tú tripulación? ¿Por qué no vas con ello en vez de estarme siguiendo?

El rubio suspirando, miró por un momento el cielo con ojos perdidos cosa que llamo la atención de Ban por el repentino silencio del chico.

Luego de alguno segundos, le sonrió con calma mientras respondía.

Me separe de mi tripulación por un accidente, pero estoy seguro de que llegarán a esta isla, hasta entonces, voy a molestarte Ban-san.

El hombre bufando, respondió con un rostro aburrido pagando las cosas que recogió.

Valla situación fastidiosa.

Sin decir más, siguió su camino con Naruto siguiéndolo en silencio mientras el chico lo miraba un poco para arriba con un muy bien escondido puchero.

No lo quería admitir pero el peliplata era demasiado alto, parado en los dos metros a su lado.

¿Tal vez más? No estaba muy seguro de eso.

Hablando de estaturas, comenzó a reflexionar y mientras se comparaba con sus compañeros, una nube negra cómica aprecio dé repente sobre su cabeza mientras se desinflaba inmediatamente y su ánimo caía al piso caminando más lento a un lado de Ban.