Capitulo 7

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Luego de una charla con la mujer, salió con su recompensa en el bolsillo comenzando a caminar por las calles de la ciudad sin un rumbo fijo y sin saber que hacer.


Cruzando por una calle llevando las manos detrás de su cabeza, el rubio pensó con aburrimiento.


"Umm, supongo que será mejor buscar a kimimaro y los demás, no tengo nada más que hacer en este lugar."


Deteniéndose justo al final de la calle quedando frente a un pequeño parque, cerro sus ojos comenzando a concentrarse intentando buscar la firma de chakra del kaguya.


Luego de algunos segundos, el ojiazul sonrió en triunfo logrando encontrar al albino no tan lejos de su ubicación actual.


Su sonrisa desapareció de golpe y mientras abría sus ojos rápidamente, dio varios pasos hacia atrás justo a tiempo cuando una especie de garrote se estrelló contra el suelo justo en el lugar donde antes estaba parado levantando un cortina de polvo y el suelo resquebrajándose por la fuerza del golpe.


Naruto mantuvo su rostro sereno con sus manos ahora metidas en sus bolsillos mirando al responsable del ataque con ojos despreocupados.


Mientras el polvo comenzaba a disiparse, Naruto pregunto con voz calmada.


Si no te molesta, podría saber porque me atacas? No te conozco.


En un gruñido enojado, un voz femenina sonando furiosa le respondió.


Puede que no me reconozcas ahora, pero si me conoces.


Moviendo con agilidad el gran garrote o mazo con púas en un extremo, intento golpear a Naruto que reaccionando rápido, saltó esquivando el ataque cayendo varios metros lejos de la mujer.


El ojiazul se sintió curioso mientras miraba fijamente a la mujer comenzando a estudiarla detalladamente.


Por más que quería e intentaba, no lograba reconocerla.


La apariencia de la mujer era de una figura esbelta y hermosa, ojos de un color negro, cabello también de color negro llevando un sombrero blanco con plumas de color rosa, viste la parte superior de un bikini de color blanco con franjas rojas, pantalones ajustados de color rosa, una chaqueta de color morado debajo de una capa de color rosa con corazones y un par de sandalias.


Luego de un par de segundos de silencio, Naruto negro con la cabeza de forma cómica mientras hablaba.


No, en definitiva no te reconozco, lo siento señorita.


La mujer solo sonrió y mientras se paraba derecha teniendo la punta del mazo apoyada contra el suelo, comentó con voz cantarina.


Eres un idiota así que no me preocupo, si me conoces o no ya da igual, vas a morir aquí y nadie podrá evitar eso.


Naruto Uzumaki: el Remolino SangrientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora