Hasta encontrarte (Jooyeon & Jungsu)

𝐈𝐈𝐈 - Heridas que nunca sanan (pt2)

narra Jungsu 

Llegamos al hospital, me bajé rápidamente del taxi y corrí hacia el mostrador, como pude dije el nombre de mi amigo y la persona que estaba encargada comenzó a teclear algo, la espera se me hacía eterna y sentía que la desesperación me iba a llevar a la locura.

Estaba a punto de recibir la respuesta de la persona en el mostrador cuando siento que me tocan el hombro, al voltear veo a un chico alto.

— No puede ser... ¿Tú eres Jungsu? 

— Sí... ¿Tú me llamaste? ¿Cómo está Jiseok?  

La cara del chico que estaba frente a mí se me hacía conocida pero ahora mi mente estaba demasiado ocupada pidiendo que Jiseok estuviera bien como para recordar quien era.

— Eh...no lo sé, aún estoy esperando respuestas. 

—  Mierda... pero, ¿Qué le pasó?  

— No, no lo sé, todo sucedió tan rápido... estábamos hablando y de pronto Jiseok... un auto, solo recuerdo ver el impacto y a Jiseok tirado en el suelo. 

Sentí mis mejillas humedecerse y la vista se me nubló por completo, me senté en una de las bancas de la sala de espera y una fuerte punzada en el corazón hizo que me llevara la mano al pecho, fue ahí cuando me di cuenta de que estaba conteniendo la respiración.

La culpa no me permitía respirar bien, intenté calmarme buscando consuelo en la mirada de Yeon, pero este ya no estaba ahí, ni siquiera me di cuenta en que momento soltó mi mano por qué; aún sentía que la estaba sosteniendo.  

Nuevamente la espera se volvió una eternidad, solo podía pensar en que si algo malo le pasaba a Jiseok no me lo perdonaría jamás, no volví a cruzar palabras con aquel chico pero de vez en cuando podía observar por el rabillo del ojo que me miraba con un semblante serio, tan serio que asustaba.  

— ¿Familiares de Kwak Ji seok? 

Mi corazón dejó de latir nuevamente, me levanté aguantando la respiración, las palabras no salían de mi boca.

— Yo lo traje... ¿Cómo está él? 

Una voz se me adelantó, aquel chico que decía ser amigo de Jiseok ya estaba de pie junto al doctor. 

— Estable... afortunadamente el impacto no fue tan grave, logramos estabilizarlo y solo tiene un par de contusiones y un brazo fracturado, el impacto no fue en su cabeza, así que con un poco de descanso estará bien.

Sentí cómo el alma me volvió al cuerpo y por fin pude respirar con normalidad.

— ¿Puedo pasar a verlo? 

— Claro, en estos momentos está algo dormido por los sedantes pero pueden ingresar a ver al paciente. 

Le agradecí al doctor y corrí a la habitación en la que se encontraba Jiseok, verlo en esa camilla con vendas hizo que mis ojos se llenaran de lágrimas pero no iba a permitir que mi amigo me viera llorar, luego de limpiarme las lágrimas me senté en una silla que estaba junto a la camilla y lo miré, tenía algunos raspones en su mejilla.

Tomé la mano de Jiseok con cuidado y solté un suspiro aliviado de que estuviera bien, mientras lo observaba vi cómo abrió sus ojos lentamente y giró su cabeza hacía mi haciendo contacto visual.