Parte 8

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Eddy se apresuró todo lo que pudo, habiendo empacado todo lo que Brett necesitaría, la preocupación que cargaba desde hace horas se había ido y esto provocó que se relaje demasiado, al punto de dormirse una vez volvió a su apartamento.

El trafico estaba jugando con él y ya se había rendido a su idea inicial de llegar 30minutos antes, fue por el camino más corto y después de tocar su bocina infinidad de veces, por fin llegó a su destino. 

Un Eddy con el corazón latiendo a mil ingresó llamando la atención, agitado; expulsando feromonas debido a la adrenalina acumulada  y una enfermera se acercó algo embelesada con la fragancia del alfa y esto lo asustó un poco, recobrando el aliento y marcando la distancia que la enfermera estaba cortando.

— eh, hola, vengo a ver al paciente Brett Yang, vine esta mañana — dijo Eddy más calmado, tirando de su cabello para atrás. La enfermera embelesada hizo un gesto para que lo siguiera.

— El horario de visitas pronto va a terminar, pero tal vez podamos hacer una excepción — la joven se detuvo para observar a Eddy, quien le respondió con una sonrisa divertida.

— ¿En serio? me ayudaría mucho. Estoy muy preocupado por mi novio sabes, tenerlo en el hospital, me esta volviendo loco. — La expresión de Eddy fue un poco exagerada, como aquellas actuaciones que realizaba como Edwina en sus videos, pero era necesario, incluso aquella mentira blanca para que la joven termine con las intensiones que tenía en mente.

— Ya veo, es una pena que esté aquí, pero puede mantenerse sólo 5minutos como máximo, podría conseguirme problemas. — dijo cortante, totalmente diferente a la joven que lo había recibido, obteniendo una sonrisa de Eddy en agradecimiento, logrando que el reciente enojo de la joven se esfumara.

Eddy dio un par de pequeños golpes a la puerta para anunciar que ingresaría, siendo recibido por un Brett dormido, disminuyendo la velocidad de sus movimientos a 40bpm, conteniendo la respiración por momentos para no despertar a Brett. Cuando estuvo lo más cerca que pudo, descubrió que no tenía la misma bata de la mañana y eso provocó que su ceño se arrugara un poco. Dejó la caja de frutas que había traído para Brett y su mochila con algunas cosas personales. Ya sentando se limitó a observar el descanso de su omega, provocando que su corazón latiera veloz, como si dentro de él se reprodujera el Caprice 24 de Paganini de la barra 109 a la 120, aquel pizzicato que Brett ejecutaba tan bien. No encontraba lógica como pudo vivir tanto tiempo ocultando sus sentimientos viviendo con la tentación cerca. Entonces Eddy reflexionó consigo mismo y se dio cuenta que debía tener una conversación con Brett, tenía que saber hacia donde se iban a dirigir, sabía que sus sentimientos eran correspondidos, pero quería hacerle entender a Brett que esto era más importante, incluso más que su tan preciado trabajo como youtubers y un impulso hizo que se acercará a acariciar a Brett, como si la necesitad de tener contacto con su omega se tratara de un imán, aun si era sólo para acariciar su rostro, pensarlo lo embriagaba. Se detuvo en seco, un aroma ajeno lo trajo de vuelta a la realidad, era débil, pero estaba ahí, como si lo hicieran apropósito para que Brett no lo sintiera, pero si para que un alfa dominante perdiera los nervios. 

Eddy se acercó aun más a Brett, tratando de reconocer el aroma y con algo de empeño lo logró, provocando un respiro profundo como muestra de, quien que fuera que lo haya hecho había logrado su fin, enojarlo. 

— ¡¿Eddy?! — dijo Brett sorprendido, casi asustado, el pequeño omega se sonrojo hasta las orejas y Eddy grabó aquella imagen, descubriendo que amaba producir ese tono rojizo en Brett.

— Lo siento, te desperté — se disculpó Eddy ocultando un poco el enojo acumulado. 

— Esta bien, debiste despertarme antes, el horario de visita ya va a terminar, ¿verdad? — Brett dio vueltas con la mirada, siéndole imposible mirar a Eddy a los ojos. 

— No, necesitas descansar, Brett... — Eddy no sabía si cuestionar a su amigo, era evidente que no lo sabía y más si la impregnación de feromonas que había dejado aquel alfa era muy baja y de seguro en su estado, no lo había notado aun o al menos de eso se quiría convencer. —no es nada — dijo revoloteando el cabello del omega, quien ya lo miraba con curiosidad. 

— Eddy, sobre lo de hoy en la mañana... — Si el tono rojo de Brett era encantador, el lado tímido de éste era de otro mundo, verlo tan avergonzado sólo ocasionaba que Eddy quisiera atacarlo, pero el alfa era fuerte, las 40horas de práctica diarias dieron frutos. 

— Te refieres.... ¿a nuestra confesión? — Y eso era todo, tanto la compostura y el protocolo de llevar la relación lento y paso a paso con Brett, las tiró por la ventana. Eddy se había acercado a su omega para susurrarle al oído, provocando que Brett se congelara y aprovechó la acción para darle un corto beso en la mejilla, rosando los labios, para calmar un poco la llama dentro suya y provocar al pequeño, quien afirmó con la cabeza, cerrando sus ojos de la vergüenza. — Bueno, tenemos que hablar al respecto, de verdad me hizo muy feliz tu confesión y si hay algo más que deba decir para dejar en claro que te amo, es que quiero seguir compartiendo mi vida contigo, pero aun más cercanos, si es posible. — Eddy hablo lento sujetando con delicadeza el rostro de Brett, quien regresaba en si ante el contacto, Eddy se quería asegurar de que lo ultimo llegué claro y Brett lo mire fijo a los ojos.

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