Parte 24

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Uno al lado del otro, era innegable que Brett estaba ansioso, tal vez Eddy si estaba cansado, tal vez le pediría que cambie su actitud. El omega estaría dispuesto a cualquier cosa, pero si sabía que debía cambiar ese patrón, él mismo no entendía porque se comportaba de esa manera. Como si una fuerza lo empujara, lo controlara. ¿Celos?, ¿Inseguridad? No lo sabía. Lo único real era que esta actitud podría cansar a Eddy, ¿era así realmente?

Eddy observaba a Brett, ordenando sus ideas. Quería que las dudas en Brett desaparezcan, pero no era tan fácil como pedirlo. Las relaciones son complicadas, estuvo en varias y todas ellas fracasaron, pero se le partía el corazón de sólo pensar que no funcionaria con Brett. Eran mejores amigos de toda la vida, conocían todo del otro y se aceptaban tal cual. Entonces, ¿Cuál era el problema? Eddy cubrió su rostro con su manos, respirando profundo, por si de esa forma encontraba la respuesta.

— Bretty... — fue lo primero que pudo decir, un silencio más largo se hizo presente, como haría Eddy Chen para llegar a Brett Yang, no él, sino sus sentimientos. 

— Eddy, no tienes que hacer esto, sé cuanto me amas. No hay nada malo en lo que haces. Tal vez a veces me cuesta creer que he sido correspondido, creo que he pasado muchos años ocultándolo y debería ser más agradecido. Quiero atesorar esto, pero incluso yo no me reconozco — la voz de Brett era suave, casi un suspiro, sostuvo las manos del alfa en algún momento de su dialogo.

— Han pasado muchas cosas en tan poco tiempo, no sólo aceptes todo. Dime si algo anda mal, aunque debo admitir que no conocía ese lado celoso tuyo, me gusta, pero me preocupa que te haga sentir mal. —  Eddy sostuvo el rostro de Brett acariciando sus mejillas. Su voz apenas pasaba los 50 decibeles y en esa cercanía sus miradas se conectaron. El alfa quedo atrapado en los labios de Brett, tan tentadores. El omega tragó en seco, observando cada movimiento del alfa. 

Brett movió la cabeza en señal de afirmación, quería besarlo, pero había mucho de lo que hablar. Ambos se miraban a los ojos, se deseaban y en un acuerdo silenciosos, sólo se abrazaron. Eddy acariciaba la espalda de Brett, no era difícil entender por lo que el omega pasaba y admiraba su fuerza, la manera en que toleraba, pero quería que supiera que no estaba solo, que lo tenía a él, que siempre estuvo y estará para sujetarlo. 

— Estas ultimas semanas, mis emocionas se disparan sin avisarme, tal vez es por el concierto. Siempre creí que era bueno ocultando mis emociones y una sonrisa lo arregla todo. Sé que estaré bien, sólo estoy algo confundido. Eddy, gracias por estar conmigo. Era importante para Brett hablar, de alguna manera Eddy siempre lograba que el omega expresara sus emociones, incluso cuando tenía que ocultar sus sentimientos. Estuviera feliz, triste, deprimido o incluso enojado, Eddy se encargaba de saberlo.

— Estamos para ambos, Bretty, tu me has apoyado en tantas ocasiones y no es por devolverte el favor. No puedo tenerte lejos, eres parte de mi vida, incluso desde que nos conocimos, tal vez fracasé en mis otras relaciones de manera inconsciente, porque realmente quería estar a tu lado. La mayoría de las peleas que tuve fueron por mi atención a ti. Eddy no quería culpar a Brett, no quería decirle que su vida amorosa siempre fue un desastre, porque Brett siempre fue su prioridad, pero era necesario decirlo. 

— Ahora que lo mencionas, tiene sentido que la mayoría de ellas me odiara. Creo que sólo me llevaba bien con dos, aunque siempre me decían indirectas que ahora entiendo.  Brett se separó un poco de Eddy, sólo para verlo a los ojos. — Una de ellas fue a mi casa a reclamarme de que te dejara vivir tu vida. Brett recordaba cada discusión, entonces sintió como el alfa sujetaba de sus hombros. 

— ¿Ellas fueron a reclamarte? —  Eddy estaba sorprendido y Brett olvidó que era algo que jamás había mencionado, siempre era el mismo patrón. La pareja tenía una discusión, las omegas iban donde Brett y le decían cosas a la cara, alguna veces, cuando ellas se reconciliaban con Eddy, al final lo terminaban engañando.

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