Parte 6

60 4 0
                                    

Eddy no dejaba de dar golpes al suelo con el pie, un tic que activó en el hospital desde la noche anterior. Intentaba calmarse revisando su teléfono, pero resultó ocasionar el efecto contrario, revisar el buzón de mensajes de Brett lo desesperaba, recordándole al gran amigo que tenía y lo mierda que había sido con él.

Después de que el doctor a cargo lo dejó a solas con su hermana, Eddy tuvo que explicar, omitiendo ciertas cosas y para ser sinceros, ya se lo había contado por teléfono, pero esta vez, más calmado y pudo notar cada error que había cometido con su mejor amigo. Lanzar todo lo sucedido con las escenas no aptas para menores omitidas, le hizo entrar en razón y notar ciertos comportamientos de Brett que evidentemente le decían que estaba hiriéndolo e incluso que el haberse hecho cargo del celo de Brett por si mismo, fue la peor idea que se le ocurrió, pero ¿Cómo no hacerlo? Brett era tan lindo en cada cosa que hacia, tenía esa gracia que enamoraba a cualquiera y aunque el celo de un omega podría controlarte, incluso sin el, Eddy hubiese caído rendido. No era la casta o manifestación de Brett quien lo llevó a ese punto o tal vez un poco, para ser sinceros. Eddy supo que estaba saciando un deseo propio, oculto y se aprovecho de la condición de Brett, un charco de culpa empezaba a caer sobre él y después de lograr enviar a su hermana de regreso, porque ya tenía demasiado con la autocritica, como para seguir escuchando los sermones de Belle, ella conocía tan bien a Eddy que incluso las cosas que no dijo, pudo adivinarlas, una mirada compasiva no dejó de verlo y eso lo tiraba aun más al fango en el que se estaba hundiendo. 

Aquel día no se le permitió ver a Brett y eso lo estaba volviendo loco, había rogado a la enfermera que se le permitiera quedarse, pero fue negado, así que llegó a primera hora en la mañana siguiente sin haber logrado dormir y con el octavo café ingresando a su sistema, ciertamente Brett lo regañaría si se enterara, aquel pensamiento causo una sonrisa amarga en su rostro, saliendo del transe después de ver al doctor a cargo aparecer. 

— Jover Chen, es muy temprano para el horario de visitas — Dijo el doctor palmeando su brazo, acto que devolvió Eddy con una sonrisa fingida, realmente estaba luchando por ocultar el enojo pero el no haber dormido y con toda la preocupación encima no ayudaron en nada. 

— Uhmm, tal vez pueda lograr algo si ven a un alfa irritado dando vueltas por aquí — dijo en tono sarcástico, logrando que el doctor aclare su garganta, el aura que Eddy trataba de ocultar inútilmente empezaba a ser más evidente, robando miradas de cualquiera que se encuentre a dos metros de distancia. 

— Acompáñeme un momento — El doctor de alguna manera se las ingenió para sacar a Eddy de ahí, lo condujo por un pasillo largo, ingresando a una puerta de emergencia. Eddy frunció el ceño, pero aquello no lo hizo entrar en alerta,  un fuerte golpe indicó que ya estaba dentro de lo que infinitas escaleras mostraban la vía de salida. El doctor dio cortos pasos de un lado a otro, pensando en lo que iba a decir — Voy a ser directo con usted. Va a tener que respetar este hospital, puedo entender lo preocupado que se encuentra, pero ya bastantes problemas ha causado a un paciente recién ingresado, como para traer aun más. El asunto de Brett Yang lo tengo controlado, así que no hay de que preocuparse. — el médico trató de sonar lo más tajante que pudo y se anotó un punto personal al haber logrado dar todo su discurso.

 Doctor, sin sonar grosero, usted está cumpliendo su trabajo y yo, sólo quiero ver a mi mejor amigo. El podría necesitar cualquier cosa y debo estar aquí, sólo... por cualquier cosa Eddy había exhalado la mayor cantidad de aire antes de hablar, creyendo que en el aire estaba todo el autocontrolque necesitaba. El doctor lo observó por un largo tiempo, fue como una lucha silenciosa de quien cedería Eddy logró convencer al doctor, quien le dio sólo 5mintunos para poder ver a su amigo, trató de esconder su sonrisa ganadora, dejando al doctor atras y cierta ansiedad empezaba a salir, ¿Cómo podría ver a los ojos a su amigo?, ¿Qué debería decirle? ciertamente debía disculparse, y si Brett ¿no quería verlo?, se la pasó sobre pensando en todo el camino hacia Brett y una vez en la puerta, pudo sentir como se retorcía su estomago, trago un poco de aire y abrió la puerta, para su suerte, el doctor no se quedo como guardian, pero de seguro iba a controlar su tiempo.

AzaharDonde viven las historias. Descúbrelo ahora