Parte 29

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La noticia era aún más difícil de procesar para Eddy, una gran batalla en su cabeza le causó migraña, pero toda su atención se concentró en el fuerte abrazo con Brett. Era difícil saber si alegrarse o no, no tenían ni la más remota idea de tener hijos, no hasta ahora al menos. Aunque el alfa debía confesar que se cuestionó una vez estuvo emparejado con el omega. Sus pensamientos martillaban y fue el aroma de Brett que lo trajo a tierra.

— Bretty, mi madre me explicó tu decisión y el deseo de tenerlo. No sabes lo feliz que me hace sentir la posibilidad de ser padre. — Eddy sostuvo las tiernas mejillas de Brett mientras lo miraba a los ojos. El omega lo observaba con adoración y sin esperar le entregó un beso, uno que el alfa correspondió al instante.

Ambos habían ignorado la presencia de la señora Chen, quien llamó su atención acercandose — Mis niños, en vista que ambos han decidido las cosas, yo me retiro. Eddy, está demás decir que enviaré a alguien a que cuide de Bretty, también pedirte Bretty cariño, espero se lo digas pronto a tus padres. Podemos agendar un almuerzo. — la madre del alfa se despidió con un beso en la mejilla de Brett, ella era muy maternal con el omega, bastante cariñosa, a diferencia con Eddy, aunque eso no le molestaba al alfa.

La noche llegó rápido, se quedaron en el sofá por mucho tiempo, pero ninguno podía decir algo, se miraban y Brett se acercó lo suficiente para que los dos quedaran en un abrazo. El contacto físico, las miradas y caricias eran suficientes. No es que no les preocupara el asunto, Eddy estaba muy asustado, temía por la salud de Brett y el omega ahora se preocupaba el doble.

— Mañana tendremos que llamar al doctor — la primera frase que pudo decir Eddy, susurrando cerca al oído de Brett.

— Tal vez quiera asesinarnos — y allí estaba el humor del omega, invitándose solo.

— Puedo imaginar esa video llamada durando horas, hagamoslo por la tarde, debemos ir al ensayo. ¿Tu crees que debamos cancelarlo? — Cierta preocupación filtrandose en la pregunta. El concierto estaba cerca y aunque la salud de Brett es prioridad, sabía cuan importante era. Aún así preguntó, solo por si acaso.

— No está pasando Eddy, ese concierto debe darse si o si — Claro que Brett no iba a perdérselo, había trabajado por años para este suceso, que no esperaba, pero soñaba desde muy pequeño. 

— Sabía que dirías eso, pero dejemos que el doctor decida — No quería presionar más, era una batalla perdida para Eddy, sin siquiera iniciarla, así que dejaría todo en manos del doctor, era lo único que podía hacer por ahora.

— Veras que saldrá bien, soy muy fuerte Eddy — Allí estaba Brett, el alfa confiaba en su fuerza, lo ha visto salir de cosas difíciles, incluso la última vez que estuvo enfermo era el omega quien confiaba en que todo iba a salir bien y eso ayudaba a Eddy a ser la roca de quien confiar, pero no va a engañar a nadie, el miedo era como una avalancha, una que mantenía aguantando desde que su madre le contó todo.

— Sé lo fuerte que eres, lo he visto con mis propios ojos, pero sólo por si acaso, te cuidaré el doble —

— Está bien, Eddy... Te amo, lo sabes ¿cierto? — Brett claramente sentía lo preocupado que estaba el alfa, lo conocía bien, esas expresiones que quería ocultar, su aroma, las palabras y como se volvía más sobreprotector de lo normal. No iba a cuestionarlo o siquiera impedirlo, para Brett era importante que Eddy no suprimirá lo que sentía y aunque le gustaría que fuera más abierto con eso, sabía porque estaba siendo un poco distante en eso.

— Lo sé y es igual para mi. Hagamos de esto lo más importante — El alfa abrazó al omega por la cintura, la cercanía lo calmaba, el no necesitaba nada más en la vida y agradece que la vida le haya dado a Brett. Ni una carrera, ni una legión de fans se compara a la presencia de Brett, es su mayor felicidad.

— Lo es, aunque en realidad no lo planeamos como es debido, pero está sucediendo — la sonrisa del omega rompió una tensión que no sabían que estaban aguantando. Abrazó por el cuello a Eddy, encajaban perfecto, como un puzzle bien diseñado.

— Es increíble imaginar que dentro de ti se está formando nuestro bebé. — la idea lo golpeaba duro, Eddy acarició la barriga del omega, no había señal de que algo hubiera allí, pero estaba pasando.

— Si no fueran por los síntomas no lo creería, creo que nos estuvo diciendo todo este tiempo que había llegado — Brett sonrió ante el hecho y se estremeció al sentir el tacto debajo de su polera, las caricia del alfa no cesaban y eso le calmaba, tanto que el sueño volvió y sin pensarlo se quedó dormido en los brazos del alfa.

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