Parte 26

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La alarma sonó, eran las 6:00am tenía cita médica a las 9:00am, los nervios no lo dejaron dormir hasta muy tarde. Eso y el dolor en la espalda que no lo dejaba en paz, sentía un martillo debajo de su abdomen y espalda baja, quería estirarse pero tenía a Eddy al lado, abrazando al omega como si fuera su peluche gigante.

Eddy — Llamó Brett, apenas moviendo el brazo del alfa, no había respuesta. Lo intentó unas cuantas veces más, pero no logró ningun movimiento. Eddy se mantuvo despierto el mismo tiempo que el omega, para el alfa no fue tarea difícil, siempre le costaba dormir, por eso siempre dormía hasta pasado el medio día, pero hoy tenía ensayo y era a las 10:00am. Así que Brett debía asegurarse de dejar a Eddy despierto antes de irse. El alfa sugirió llevar a Brett en el auto y el ir al ensayo, luego pasaría por él para regresar a casa juntos, un plan en el que ambos estaban de acuerdo.

Con mucho cuidado Brett salió de la cama, necesitaba una ducha con urgencia. Esperaba que el agua caliente ayudé con el dolor.

El omega tenía la peor expresión en su rostro, pálido y asustado. Estaba en el baño, ya había preparado su ropa limpia y estaba desnudo, con su ropa interior en la mano. Una mancha de sangre en su ropa interror, ¿era por eso que le dolía la espalda?, ¿Qué se supone que eso significa?. Un miedo lo invadió, esperando lo peor. La mancha no era muy grande, pero era obvio que era sangre. Sacudió su cabeza para salir del trance y se metió a la ducha, esperaba que el baño lo solucione todo. Ahora es cuando sentía menos ganas de ir al doctor, ¿debía decírselo a Eddy? Sabía que iba a preocuparlo más, no quería hacerlo; preocupar a Eddy justo el día de su ensayo era la peor idea. Tal vez, debía esperar a lo que diga el doctor, debía cargar con esto sólo y ¿si esto le pasara a Eddy? A Brett no le gustaría que Eddy cargué con esto, que no encuentre en Brett un apoyo. Las lagrimas caían, estaba muy asustado, sus feromonas empezaban a enloquecer y no tenía energía para mantenerse.

Terminó el baño lo más pronto que pudo, sentía una piedra en su garganta que no lo dejaba respirar, cuando salió de la ducha se cambió en silencio; Eddy aún dormía y no quería despertarlo, esperaba calmar su llanto, no podía. Se vistió más rápido, con las lágrimas fluyendo, Brett lloraba en silencio, pensando cosas positivas, pensando que estaría bien, tenía que calmarse o Eddy se daría cuenta.

— ¿Brett? — un Eddy medio dormido llamó, el olor del omega lo despertó, estaba saturando la habitación entera. El alfa se puso alerta, saltó de la cama hacia Brett y estaba pasando, lo que el omega no quería, la preocupación en el rostro de Eddy era abismal.

— Eddy — Brett temblaba, sus ojos estaban hinchados, llenos de lágrimas, le costaba respirar. ¿debía decirle a Eddy? No lo sabía, quería y a la vez no.

Cariño ¿Qué sucede? — El alfa de inmediato abrazó al omega, lo más fuerte que pudo, liberó feromonas para calmarlo, pero no lo lograba, Brett se oculto en el pecho de Eddy. Estaba aterrado. — Vamos cariño, dime ¿qué sucede? — la mano grande del alfa frotaba la espalda de su omega y se sentía bien, lo calmaba; aliviaba incluso su dolor, dándole a Brett ese alivio que necesitaba.

Eddy, yo encontré sangre — el llanto se convirtió en hipidos, mandó al diablo todo, debía decirle a Eddy lo que sucedía, no iba a ocultarlo o mentirle, nada de eso iba a suceder.

¡¿sangre?! ¿Dónde? —  Oh no! Estaba pasando! Eddy se separó de Brett, casi con rudeza; con los ojos tan abierto como su expresión de pánico. Esto asustó al omega que sólo pudo afirmar con la cabeza. — Bretty, está... estarás bien, lo prometo. Hay que respirar — Ya no sabía si se lo decía a Brett o a si mismo, pero necesitaba ser fuerte, por Brett, era quién la pasaba peor que el.

Eddy tomó la ducha más rápida de su vida, se vistió. Había dejado a Brett en el sofá y aunque la televisión estaba encendida, el omega ni siquiera prestaba atención. Estaba pálido, aún le dolía la espalda y las energías de Brett parecian haberse ido de vacaciones.

El alfa ya estaba vestido, secando su cabello, acercándose a Brett y protegerlo en un abrazo.
Cariño, te llevaré  al hospital, no voy al ensayo, llamaré a Rodolfo, él entenderá — Eddy lo pensó mientras se duchaba, no podía dejar solo a Brett, no ahora.
— ¡Eddy no! ¡Por favor! No has ensayado ni una sola vez con la orquesta. No voy a mentirte, tengo miedo, pero me sentiré peor si interrumpo tu ensayo. Además vas a darme el alcance cuando termines.— Brett no iba a llorar otra vez, debía ser fuerte. No importa lo que fuera, no iba a arruinar por lo que han trabajado tantos años.

Eddy dudaba, claro que iba a costarle. No quería dejar a Brett cargar con todo, era obvio que lo necesitaba, pero ambos se conocían lo suficiente. Sabía y entendía lo que Brett decía. Sostuvo el rostro de Brett con ambas manos, lo miraba fijo y lo besó, primero en su hermosa frente, luego sus tiernas mejillas y por último sus labios, aquellos que ama tanto.

— Tres horas, estaré contigo en ese tiempo, espero hacerlo en menos. —  Eddy sentenció. Iba a hacer todo el esfuerzo por acabar en una hora, luego iría donde Brett, el plan estaba hecho. Aunque Brett quería objetar, no iba a escucharlo. Si bien el concierto es importante, Brett lo era aún más.

Así fue como Eddy dejó a Brett en el hospital, se tomaron las manos y se besaron. El alfa mantuvo la calma, fue optimista; el omega se sentía pequeño, pero intentaba mantenerse a flote, podía sentir el aroma de Eddy que lo llenaba, como una carga que necesitaba más que nunca.

Brett bajo del auto y se despidió con la mano, intentó una sonrisa y apenas lo logró, caminó a recepción y preguntó a una enfermera sobre su cita. La joven parecía amable, esto tranquilizó un poco al omega.

— ¿Brett Yang? La doctora aún tiene a un paciente, en breve lo llamará,  puede esperar en los asientos de la izquierda. — Brett le entregó alguna información de protocolo y fue a tomar asiento, le escribió a Eddy, el alfa había pedido que le informe de todo mientras estuviera fuera.

Ya había pasado casi media hora y la ansiedad lo mataba, veía a la gente pasar, tanto doctores y pacientes. Intentaba distraer con lo que fuera.

— ¡¿Sr. Yang?! — una doctora llamó al omega, que se puso de pie al instante y acudió al llamado. Ah! Realmente estaba sucediendo, iba a saber de una vez por todas lo que estaba fallando.

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Este y el anterior capítulo, lo trabajé en el celular, así que perdoname si hay algun error 🙏
También me disculpo por haber sufrir a Bretty, es mi favorito, pero aquí Yo la más tóxica. 😭 en fin, disfruten el capítulo. Prometo que en el siguiente diré que es, aunque por allí adivinaron. Si la idea no les agrada, díganmelo. Igual puede que no se cumpla. Esperen a ver que pasa. 🫣

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