Parte 46

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Eddy estaba de buen humor, aún tenían un parte de horas para ir a la grabación. Él se encontraba esperando su orden en un restaurante de comida y el hecho de que fue por comida, era porque era la única comida favorita de Brett que podía comer sin vomitarla, era algo costoso, pero iba a consentir a su omega, lo que había hecho por él lo merecía todo, incluso haber ido al lugar porque el delivery estuvo cerrado. 

Brett por otro lado, estuvo en casa lavando el desastre en la cocina, se reía de si mismo por momentos, por lograr que la comida se queme mientras tenían algo de acción en la sala y en realidad no importaba, se sumaria a la tantas anécdotas tontas que tenían ambos y debía confesar que valió totalmente la pena, el alfa traería su comida favorita, así que dio por el cerrado el tema.

Momentos después sintió un leve mareo, no fue la gran cosa, sabía que podría ser un síntoma de su embarazo, así que se sentó en el sofá para descansar un momento y revisó sus redes por un momento. 

Regresando con Eddy, había un grupo de fans que se acercó al violinista, estaban saludando y contando lo increíble que fue el concierto. El alfa estuvo conversando con las 4 personas que compraron algunos bocaditos para Brett, Eddy aceptó cortésmente pero sabía que al final sería él quien se los comería. Al final le tomó demasiado tiempo dejar el restaurante, más de 40minutos con más fans que habían llegado, subió al auto porque el lugar no era muy cercano y se dirigió a casa, sentía algo ansioso y no entendía por que, era como si su cuerpo de pronto se volviera pesado y una ansiedad venía de adentro. Le restó importancia hasta que llegó al edificio y recibió una llamada de su editora.

— ¡Eddy ¿Dónde estas?! — la joven se escuchaba algo alarmada, no era muy común que se comunicara por llamadas, la mayoría de veces solo era chat y los correo con trabajos terminados, así que le parecía extraño a Eddy.

— Acabo de llegar a casa, ¿Qué sucede? — Eddy no podía imaginar porque su editora llamaría tan ansiosa, por un momento pensó que algo había pasado con algún video o esta en problemas.

— ¡Es Brett! no sabía que estuviera solo, en realidad no sabía que le afectaría tanto, tienes que ir a ayudarlo, de verdad lo siento. — La editora incluso lloraba de los nervios, ella se encontraba en un lugar más lejano, como para ir donde Brett y en realidad pensaba que ambos estaban juntos. 

— ¿Qué? espera, estoy subiendo al departamento, pronto estaré con él ¿Qué sucedió?— Eddy se puso más ansioso y aceleró el pasó apenas escucho el nombre de Brett, ahora entendía porque se sentía mal de la nada. Eddy escuchaba a la mujer que explicaba que había llamado a Brett porque no se podía comunicar con su manager, que tendría que reunirse pronto porque hay problemas, Brett preguntó y ella explico muy por encima el tema. El asunto era que Brett no contestó más cuando ella dijo que también perdieron la monetización del concierto. Fue entonces que Eddy llegó a su puerta y sintió una carga muy pesada, su sorpresa fue más como pánico al no saber a lo que se iba afrontar; ¿sé desmayó?, ¿estará bien? ¿el bebé? ¿Brett? Fueron tantas preguntas en un segundo y la cabeza de Eddy iba a estallar si esa puerta no se abría rápido, colgó la llamada calmando antes a su editora y explicarle que se haría cargo.

El silencio fue casi aterrador, pero podía sentir las feromonas de Brett, eran demasiadas y parecían aplastarlo, una angustia crecía desde dentro y muy rápido, por alguna razón Eddy sabía donde estaba y mientras más se acercaba, era más difícil respirar. Abrió la puerta del dormitorio, Brett no estaba por ningún lado o eso era lo que parecía, al ver un bulto grande de su ropa en la cama, lo entendió, sabía que el omega estaría en el interior.


Un pitido agudo retumbaba en sus oídos, el omega no podía cree lo que escuchaba, su editora había llamando comentando que había problemas con las desmonetización y que habían tocado el concierto de Mendelssohn, SU CONCIERTO. Brett empezaba a ver borroso, eran sus lagrimas saliendo por montones, su labios temblaban y lo único en lo que pensó fue en Eddy, buscándolo con la mirada. 

— ¿Eddy? — dijo Brett con la voz entrecortada.

—¿Brett, Eddy no esta contigo? — la joven preguntó confundida, asustándose al no recibir de Brett una respuesta, escuchando un golpe.

— Eddy... — el omega repitió, dejando caer el teléfono al suelo, empezó a caminar por la casa, lloraba asustando buscando a su alfa, lo necesitaba. La ansiedad se volvía cada vez más grande, un nudo en su estomago crecía, las lagrimas empezaban a ser más fuertes y Eddy no estaba para protegerlo. Brett al no sentir, ni ver a Eddy fue a su habitación, sacó toda la ropa de Eddy, buscando desesperado una en particular, era una que muchas veces compartieron, una camisa verde larga, era lago vieja y que el omega se negó a tirar. Una vez la encontró Brett respiro profundo el aroma que aún podía sentir de ambos y soltó un llanto desgarrador, casi como si llamara a su alfa, pero la realidad era que Eddy no estaba y el omega se sintió abandonado, se aferró a la prenda con más fuerza y su consciencia se rompió, el llanto ya no se escuchaba, como si algo dentro de él se haya roto. Toda la habitación se volvió oscura y fría, sentía mucho frio. Recogió las prendas y las puso en la cama, quería a Eddy, lo necesitaba, así que las pocas cosas que tenían su aroma eran un consuelo, se envolvió con toda la tela sin poder detener sus lagrimas.

En algún momento no se trataba de perder el ingreso monetario de un video, Brett sentía que se le había arrebatado todo, por lo que ha trabajado todos estos años y que no importara que hiciera, cualquier persona le arrebataría su felicidad. Aunque se negará, pensó que tal vez perdió a Eddy también y que incluso perdería a su bebé.

Una voz se escuchó a lo lejos, era un sonido cálido que el omega apenas podía escuchar, pero no importaba, nada importaba ahora para el omega.


— ¡BRETT! — el alfa fue directo, utilizando su voz dominante, pero el omega no salió del lugar. Eddy se sentía asfixiado, por el ambiente pesado en la habitación. Se acercó lentamente al bulto, los nervios lo invadían, le habían dicho que irrumpir el nido de un omega era sumamente peligroso, pero era Brett, lo dejaría entrar ¿verdad?, le preocupaba que esto le hiciera daño al omega. — ¡Brett! — dijo una vez más, con su voz más temblorosa, quitando poco a poco la ropa que cubría a Brett y lo vio, se aferraba a una camisa verde que compartían con mucha frecuencia y sentía que su corazón se partió, se estremeció al ver las lagrimas del omega y lo desorbitado que estaba. — Brett — repitió una vez más, acercándose lentamente y el omega lo escucho, su mirada regresando a la realidad. Miraba confundido, como si no creyera que tenía al frente a Eddy y una vez lo acepto, se aferró hacia Eddy. El alfa lo recibió de inmediato y expulsó feromonas para calmarlo. 

— Brett, estoy aquí, todo estará bien, dime... ¿Qué sucede? — Eddy acariciaba la espalda de Brett y besaba su rostro, lo sentía temblar y no hablaba en absoluto, pensó que tal vez debía cancelar la grabación. 

— El concierto Eddy... alguien me lo arrebató — Brett lloraba, la voz que el omega soltaba eran como dagas en el corazón del alfa y sabía que no era una cuestión de perder la monetización del concierto. El concierto de los 4 millones era seguramente el acontecimiento reciente más importante para Brett, muchas cosas involucradas para contar, muchas personas y principalmente los sueños de su yo pequeño. El alfa apenas podía imaginar lo doloroso que era Brett y si, estaba furioso, incluso un deseo de querer destruir al responsable era palpable, principalmente por lastimar a Brett. 

Eddy tuvo en brazos al omega por largo tiempo, dejándolo llorar y tratando de calmarlo, diciendo que iba a hacer lo que sea para arreglarlo y por supuesto que Brett le creyó, esto hizo que la tensión se desvaneciera y el pequeño omega quedara dormido de lo agotado que estaba. Tenía los ojos hinchados de tanto llorar. Ambos estaban abrazados en la cama, porque no había forma que el alfa lo soltara, debía estar cerca para darle seguridad y le envió un mensaje a su manager, disculpándose un millón de veces de que no podrían grabar, le pidió que ayudara con la reprogramación y ella entendió, diciendo que se haría cargo de todo y que sólo se preocupe de cuidar de Brett, también acordaron una reunión con el staff para ver sobre los videos desmonetizados, no era el único video, ya venia haciéndose muy seguido, pero el concierto de Brett era lo más serio con lo que se metieron y estaban de acuerdo que iba a ir lejos con este asunto.


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