Parte 36

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Ambos esperaban en la sala de espera, ya habían tomado los exámenes que necesitaban y en realidad no era necesario escuchar un diagnostico, una vez tengan los resultados debía enviarlos a su doctor en Australia, pero Eddy pensó que no sería mala idea tener una opinión más, solo por si acaso. Sin embargo Brett no parecía estar muy de acuerdo, era la misma doctora que iba atenderlos, la misma que dijo que debía deshacerse del bebe, pero Eddy fue un poco insistente y a Brett no le quedo de otra. 

El aroma era el mismo, el omega aun recordaba claramente la ultima vez que estuvo en el mismo lugar, aquella vez con la madre de Eddy. Ahora el alfa quien lo acompañaba y esta vez no estaba ansioso, no sentía que se desvanecía, por alguna extraña razón tenía poco interés por escuchar lo que diría aquella mujer, pero no le gustaba rencor, era su trabajo después de todo.

— Joven Yang, no tengo mucho que comentar al respecto. Si bien no veo cambios significativos en sus resultados, no quiere decir que todo vaya bien. Creo que no escuchara de igual manera mi opinión. Lo que podría recomendarle es el consumo de acido fólico, es crucial que inicie desde ya, aquí es donde el embrión ya está implantado y empezara a formarse la placenta. Así que recomiendo mucho cuidado. — La doctora miraba al omega con cierta atención, como si fuera su madre, algo que no pasó desapercibido del alfa, cuando sintió la mano del omega apretar la suya. 

Ambos se marcharon con los resultados, Brett no dijo ni una sola palabra en todo el camino, ambos habían agradecido a la doctora y se marcharon al auto, el alfa sentía cierta culpa por sugerir escuchar esa segunda opinión.

— Brett... — Eddy detuvo al omega que caminaba sin mirarlo, sin decir nada, sumido en sus pensamientos, como solía hacerlo antes.  — Brett, aunque la doctora no dijo nada positivo,  quiero que sepas que lo estás haciendo bien, no sé muy bien lo que pase dentro dentro tuyo, pero tú y el bebe están haciendo un gran trabajo, las cosas siguen igual, pero eso no es tan malo, quiere decir que no han empeorado y eso por ahora funciona, pronto iremos a Australia y nos aseguraremos de hacer las cosas mejor. —  Eddy hablaba suave y funcionaba, Brett poco a poco lo miraba a los ojos, como si aquellas palabras fueran lo que necesitara, al igual que el tacto del alfa en su rostro, acariciando sus mejillas y disipando todas las preocupaciones que incluso no estaban ahí. 

El omega tuvo un fuerte impulso por abrazar a Eddy, extendió sus brazos y el alfa lo supo de inmediato, era ese abrazo que Brett amaba, ese abrazo donde podía sentir que se detenía el tiempo, donde el mundo solo giraba para ellos dos; el nudo en su estomago se desató, era esa seguridad que le entregaba Eddy en aquel abrazo que lo envolvía por completo, pero el tiempo tenía que seguir y ambos se separaron, sonriéndose el uno al otro, diciéndose a los ojos que se amaban, como ellos sabían hacerlo. 



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