Capítulo 9: Baile

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—¡No se parece para nada a nuestro gimnasio! ¡GAH! ¿Qué tan fantástico luce este lugar? —Gun se giró para vernos, sonriéndonos, extremadamente contento por la decoración del gimnasio. Tenía razón. Habían hecho un excelente trabajo convirtiendo el gimnasio en una estrellada noche oceánica.

—Es impresionante. —Estuve de acuerdo, mientras el brazo de Gxxod me acercaba más a él.

—¿Tienes ganas de bailar? —Me preguntó, mientras la música cambió a una canción lenta de Lady Gaga, Just Dance. Negué con la cabeza y miré en dirección a las mesas.

—¿Podemos sentarnos en una? No estoy seguro de que mi costilla esté lista para este tipo de movimientos.

Me dirigió hacia las mesas, mientras Gun agarraba a Off y lo arrastraba a la pista de baile. Me reí de la expresión de dolor de Off y me volví para decirle algo a Gxxod, cuando me di cuenta de que su atención se concentraba en la entrada. Había una mueca en su rostro. Singto acababa de entrar. Se veía impresionante en un par de pantalones vaqueros, una camiseta negra y botas militares. Me tomó un momento apartar mis ojos de él y notar que Namtan se pegaba a su lado. Estaba fundida y vertida en el vestido rojo que llevaba puesto. En realidad, no era un vestido en absoluto, sino algo que tenía pintado sobre su cuerpo.

Los celos se encendieron en mi pecho a la vista del brazo de Singto alrededor de su cintura. Miré hacia arriba, a Gxxod, quien seguía mirando a la pareja con disgusto.

—¿Estás bien? —Le pregunté y él apartó su mirada de Namtan y Singto. Asintió con la cabeza, se detuvo y me estudió un momento.

—Tienes algunas clases con Singto y has estado hablando con él unas cuantas veces, ¿No es así? —Asentí, sin saber de qué se trataba, así que esperé por más. —Algo en él me inquieta. Namtan tiene algunos problemas que la hacen inestable y estoy empezando a preocuparme de que Singto no sea el tipo de persona que ella necesita. Parece oscuro y siniestro.

Mis celos fueron olvidados y se remplazaron por la ira ¿Gxxod pensaba que Singto no era suficientemente bueno para Namtan, la perra del pueblo? Me las arreglé para mantener una furiosa ráfaga de risa y miré hacia la pista de baile deseando de alguna manera poder escaparme. Tenía que calmarme.

—¿Qué? Te ves molesto. No me malinterpretes, Namtan no me gusta, Krist. No se trata de eso.

Tomó mi otro brazo y me atrajo hacia él para mirarlo. Su anterior expresión de hostilidad hacia Singto había desaparecido. Ahora parecía preocupado y por primera vez no me importaba calmar su preocupación.

—Mírame. No la quiero. Tú eres todo lo que quiero. Te amo, Krist. No es así con Namtan. Simplemente no quiero que le hagan daño. Tiene...

—Problemas, sí, te he oído. —dije, interrumpiéndolo antes de que lo olvidara e hiciera una escena.

Tomé una respiración profunda, recordándome a mí mismo que me lo tomaba como algo personal debido a mis sentimientos por Singto.

—Mira, si Singto Prachaya tiene algún interés en Namtan, entonces ella debe tener suerte. Por lo que sabemos, él es: inteligente, honesto, talentoso y compasivo.

Fulminé con mi mirada a Gxxod quien parecía estar asimilando mis palabras. Quería decir algo más y seguir defendiendo a Singto, pero sabía que había dicho suficiente.

—Necesito algo de beber. Enseguida regreso. —dije antes de girarme y alejarme.

Era grosero, pero necesitaba poner un poco de espacio entre mi ira y Gxxod.

Gun me saludó cuando pasé por donde bailaban él y Off. Forcé una sonrisa, pero seguí caminando. El vestido ceñido de Namtan llamó mi atención y me volví para verla envuelta alrededor de Singto, riendo y bailando de la manera que lo hacen las parejas, en cuestión de segundos.

Tu existencia [PERAYA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora