Capítulo 12: Voluntariado

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—¿Qué hiciste todo el fin de semana? Gxxod dijo que no te habías sentido bien después del concierto. Pensé que escucharía algo de ti. Pero no tengo nada, nada. Cold Soul tocó un rock impresionante. Deberías haberte quedado después. Conocimos a la banda, bueno, excepto al cantante, Singto. Se fue pronto o algo. No importa, ¡Fue increíble! Podría haber besado a papá por esto. —Gun enganchó su brazo con el mío mientras balbuceaba. Escaneé la entrada, necesitando ver a Singto en algún sitio en el mar de caras.

—¿A quién estás buscando? —Había un toque de interés en la voz de Gun. Singto no estaba entre la multitud, sin embargo, Namtan flirteaba abiertamente con Oajun. Eso me pareció extraño.

—¿Has visto a Singto esta mañana? —Le pregunté, mirando a Gun y rezando para que ella no hubiese leído nada más en mí pregunta. Su frente se arrugó en una mueca.

—¿Singto como Singto Prachaya, el cantante de Cold Soul? —Asentí con la cabeza y escaneé las taquillas.

—Sí, Singto. —Repetí. La confusa expresión en la cara de Gun activó la campana de alarma en mi cabeza.

—Umm, ¿Estás tomando esos medicamentos para el dolor de nuevo, cariño? ¿Por qué iba a estar aquí el cantante de Cold Soul? —Algo iba muy mal. Mi pecho se hinchó de pánico.

—Buenos días. —dijo Gxxod mientras caminaba hacia mí y me pasaba su brazo por los hombros. Gun lo miró con una sonrisa preocupada.

—Buenas, Gxxod. Es tan dulce que vayas a por todos sus libros en el momento en que llegas. ¿Te importaría darle algunos consejos a Off?

—De ninguna manera. —Se echó a reír y me apretó los hombros con suavidad, normalmente tenerle cerca me ayudaba cuando estaba al borde del pánico. De cualquier manera, justo ahora necesitaba saber dónde se encontraba Singto y por qué Gun no parecía saber de lo que yo hablaba. Miré a Gxxod.

—¿Has visto a Singto? —La misma confusión se apoderó de su rostro.

—¿Quién? —Preguntó, igual de confuso.

—Me ha preguntado lo mismo a mí. Estoy pensando que podría haber tenido que tomar algunos medicamentos contra el dolor otra vez esta mañana. ¿Sigues herido? ¿Lo sabe tu madre? Porque chico, estas drogado si crees que Singto Prachaya está en nuestro colegio. —Gun y Gxxod me miraban como si fuese una razón para preocuparse. Miré a Namtan, quien seguía cerca de Oajun.

—¿Está Namtan saliendo con Oajun ahora? —Pregunté en un tono que esperaba fuese conversacional y no delatase el creciente pánico dentro de mí. Gxxod frunció el ceño.

—Ellos han estado saliendo desde hace meses. ¿Estás bien, Krist? —Forcé una sonrisa y asentí.

—Oh, umm, lo olvidé. No, estoy bien. Solo necesito hacer una parada en el baño antes del primer periodo. —Me puse de puntillas, besé rápidamente a Gxxod en los labios y me fui por otro camino. Necesitaba escapar de su escrutinio para poder pensar.

Singto se había ido y nadie se acordaba de él.

El baño estaba benditamente vacío. Dejé mis libros en el húmedo mostrador y me apoyé contra una pared para sujetarme. Mi corazón se contrajo tan dolorosamente en mi pecho que temía que pudiera dejar de funcionar. Alguien entró y me enderecé. Necesitaba privacidad para mi crisis nerviosa. Pero tan solo dos pasos después, me di cuenta que la puerta del baño nunca se había abierto. Una adolescente de pelo negro había atravesado la pared. Me giré, di un paso hacia ella y se percató de mí. Parecía sorprendida de que pudiese verla y una sonrisa apareció en su rostro.

—¿Quién eres? —Pregunté, pero ella solo me miraba. —¿Puedes hablar conmigo?

Ya no me preocupaba ignorarles. Tal vez ellos tenían las respuestas. Sacudió su cabeza y su sonrisa se volvió triste. Se dejó llevar más cerca de mí, extendió su mano y me tocó el cabello. Nada. Ni escalofríos ni frío. Era como si ella no estuviera allí. Esto era lo que siempre había sabido de las almas.

Tu existencia [PERAYA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora