Capítulo 20: Está aquí

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Mamá había enviado a Gxxod a la escuela sin mí y explicó que llegaría más tarde. Gxxod era una cosa con la que tenía que tratar. Si tenía que vivir esta existencia, no podía continuar usándolo. Yo nunca lo amaría en la forma en que se merecía. Él era mi amigo y una fuente de consuelo. Dejarme permanecer como su novio no sólo fue un error para Gxxod, fue una traición porque nunca pertenecería a nadie, sino a Singto. No podría vivir de esa manera. Vivir no iba a ser fácil para mí. Tenía que cortar todas las cuerdas que quebraron mi alma ya dañada.

Para el momento en que nos registramos en la escuela me había perdido literatura inglesa. Los pasillos se fueron llenando con estudiantes. Mantuve mis libros cerca de mi pecho y apreté en mi mano mi pase de llegada tarde.

Puedo hacer esto.

Canté el recordatorio una y otra vez en mi cabeza. Gun salió de la multitud de gente, sonriendo cuando me vio.

—¡KRIST! ¡Hurra, viniste! Te he extrañado como loco. Ahora el almuerzo no será tan aburrido y, ¡Oh mi D! ¿Adivina qué? —Me esforcé para continuar con su torrente de palabras, así que me tomó un momento darme cuenta de que quería que yo reaccionase al "¿Adivina qué?".

—Oh, eh, ¿qué? —Ni siquiera podía forzar una sonrisa. Él me sonrió y miró a su alrededor para ver si alguien lo estaba escuchando antes de mirar hacia mí.

—Singto Prachaya está aquí. Como, en nuestra escuela. Como, inscrito en nuestra escuela. ¿Puedes creerlo? Quiero decir, sé que él fue a una escuela secundaria en Seúl, hasta el año pasado cuando su banda consiguió un hit y comenzó a tocar en todo Corea en lugar de sólo en Tailandia. ¡GAH! ¡Puedes creer que está aquí! ¿En nuestra escuela? Supongo que, si tenía que volver a la escuela secundaria, nuestro pequeño y pintoresco pueblo es preferible a algún lugar de una ajetreada ciudad. Pero, aun así, no puedo creer esto.

Me quedé congelado, con sus palabras registrándose en mi cerebro. ¿Singto se encontraba aquí? ¿Cómo? El rockero del que él hablaba ya no existía. Pánico mezclado con incredulidad me apretaba el pecho y tuve que tomar una respiración profunda.

—¿Dónde? —Me las arreglé para preguntar, sabiendo que no podía ocultar la expresión desesperada en mi cara. Gun sonrió y asintió con la cabeza hacia Gxxod.

—Será mejor que quites esa cara de anonadado por la estrella. Aquí viene Tu Hombre. —Yo apenas lo miré y le tomé la mano.

—Dime dónde está. Por favor, ahora. —Ensanchó mucho los ojos a mi demanda sin aliento repentino. Él iba a pensar que me encontraba de nuevo loco.

—Eh, eh, bien por aquí en alguna parte. —dijo, en un tono de preocupación y miró a Gxxod, forzando una sonrisa que no llegaba a sus ojos llenos de preocupación. —¿Sabías que Krist era un gran fan de Cold Soul? —Gxxod me miró, pero yo no tenía tiempo para ocuparme de él en ese momento. Necesitaba encontrar a Singto.

—Me tengo que ir. Nos vemos más tarde. —dije a modo de explicación, mientras me dirigía a través de la multitud en una carrera. Luché contra la tentación de llamar su nombre en voz alta.

—Vas a conseguir volver a ese lugar mental si no te calmas. —dijo la voz suave de Singto, bromeando en mi oído, y me di la vuelta. Él, por supuesto, susurraba en mi oído, no en cualquier lugar cercano a mí.

—¿Dónde estás? —Susurré en voz baja. Oí una carcajada y me tiró a mirar hacia atrás, para ver una pareja de estudiantes de primer año besándose.

—La mesa de picnic. —dijo, simplemente.

Me giré de nuevo y me dirigí a la puerta principal de la escuela. Él me esperaba en el lugar que le había visto por primera vez. Empujé la puerta con ambas manos y me eché a correr. Solo descansaba allí, justo como había estado el primer día que lo había visto, me sonreía cuando llegué a la esquina. Dejé mis libros y me lancé a sus brazos abiertos. Un sollozo sacudió mi cuerpo. ¡Él se encontraba aquí! Estaba aquí. No podía hablar, así que seguí con mi rostro enterrado en su pecho, sollozando incontrolablemente. Quería mirar a sus ojos y darle un beso y preguntarle cómo, pero no era capaz de controlar el pozo de emoción abrumándome. Él me llevó a su regazo y se sentó de nuevo en la parte superior de la mesa.

Tu existencia [PERAYA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora