■ 6. Los dos

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NOTA: CONTENIDO DE LEMON. n-17

 n-17

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La falta de aire nos hizo separarnos por unos segundos, creí que se terminaría el asunto, pero no fue así, sus labios atacaron mi cuello, hundiendo su boca en mi piel, succionándola con furor, la piel se me erizó y las piernas me temblaban, después de que Mark  se fue hacia ya más del año de mi departamento, no me había entregado a nadie , mis manos dejaron de sostenerse de su cuello, y resbalaron de su pecho recorriéndolo hasta su ingle, donde me detuve para apretarlo por encima del pantalón, un jadeo ronco se escapó de sus labiales, y yo sonreí perdido en las atenciones que el contrario mostraba ahora en mis clavículas, no había necesidad de hablar, era un acto que se estimulaba con solo roces, se separó de mi pero sus manos se posaron sobre mi playera, la jaló tan enérgico hasta que la rompió, me quedé sin parpadear, mi pecho estaba descubierto y en un abrir y cerrar de ojos atacó mi pecho con esa boca, esa bendita boca, apoyé mis brazos sobre la mesa mientras me dejaba hacer por él, sus labios succionaban mi tetilla y literalmente se la quería comer, jalaba con sus dientes mi pezón. — Ahmg~... — sonidos jadeantes se escapaban de mi boca, hasta ese punto me sentía tan dichoso, tomé impulso para sentarme sobre la mesa enroscando después mis piernas sobre la cintura adversa, mi mano fue directo al cinturón del pantalón del más alto, lo quité con precaución y enseguida me deshice del botón y del cierre, metí la mano por debajo de su bóxer y mientras acariciaba su entrepierna él se separó, me miró a los ojos, —Quítate el pantalón—me ordenó con decisión, no le dije nada, pero tan poco me negué, observé que dejo caer su pantalón por sus piernas y el bóxer quedó en el suelo de mi comedor, alcé la mirada desde sus pies hasta su cintura, quedando mi mirada fija en su miembro expuesto y de grandes proporciones, bastante despierto debía añadir además, me relamí los labios mientras quitaba mi botón del pantalón, el moreno se balanceo sobre mi terminando la labor de la cual ya me había demorado, sus largas manos me arrebataron mis prendas y también tuvieron el mismo destino que las de él, me cargó con sus manos para bajarme de la mesa, me abrazó por la cintura y me volvió a besar tan fogoso, humedeciendo mis labios, sus manos se deslizaron por mis glúteos que masajeaba con desdén como si fueran de su propiedad, movía las caderas de un lado a otro para hacer chocar nuestras intimidades. Por más de una vez me arrebató gemidos placenteros, su miembro creció un poco más con aquellas acciones, me di la vuelta posando las manos en la mesa, parando mi trasero y dejándolo expuesto a su vista, quería mirarlo, quería ver su expresión, pero en esa postura no era posible, sentí que se acercó separando mis piernas, me agaché, y de pronto la punta de su miembro penetró en mi, primero el glande, sentía que estaba demasiado hinchado, intenté moverme pero él me tomó de las caderas con rudeza , sentí como las venas de su miembro chocaban contras mis paredes anales, estaba rompiéndome en dos pedazos, y era maravilloso, cuando se encajó por completo soltó mis caderas y dirigió sus largos dedos a mi miembro, al ritmo de sus embestidas estimulaba mi pene, la mesa se movía y rechinaba frenéticamente, hasta ese punto mi visibilidad estaba siendo difícil, el placer que tenía me estaba dejando borrosa la vista, y el sudor ya se hacía presente en mi espalda, pecho y frente. Me moví al compás de su ritmo sintiendo las embestidas más rudas y afanosas de mi existencia, los gemidos no se hacían esperar, y se unían escandalosamente. — ammg.. tan caliente— gemía el moreno casi en mi oído y eso me ponía más caliente. No demoró tanto en correrse en mi interior, su semilla resbalaba por mis piernas que flaqueaban, y sus manos no se detuvieron a pesar de haber llegado al éxtasis, me dio una dura embestida que tocó mi próstata y me corrí en su mano, resoplé, había sido increíble, tan dinámico, que me quedé con más ganas, sentí como salía de mi interior, y me sentí vacio. Regrese a verlo todo agitado, y en vez de quedarme sin hacer nada, me balancee sobre su cuerpo para besarlo en los labios, ahora era yo quien tomaba el control y entre besos lo llevé a mi habitación, donde nuevamente volvimos a empezar.

Desperté bastante tarde al día siguiente, abrí los ojos y recordé lo que había pasado, busqué el cuerpo de mi acompañante nocturno y a mi lado estaba vacío, resoplé, el moreno era igual que Mark , cerré los ojos, y entre el silencio escuche que la...

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Desperté bastante tarde al día siguiente, abrí los ojos y recordé lo que había pasado, busqué el cuerpo de mi acompañante nocturno y a mi lado estaba vacío, resoplé, el moreno era igual que Mark , cerré los ojos, y entre el silencio escuche que la puerta de la entrada se cerraba, fue un ruido sordo, pero perceptible para mí. Me levante de la cama, me puse una bata y fui a echar un vistazo, cuando llegué al comedor, estaba todo limpio, sobre la mesa había una charola con comida, fruta picada y café recién hecho, a pesar de que tenía hambre la nota era lo que más resaltaba. La tome entre mis manos y la leí, "Lo de anoche, no estoy seguro de lo que fue, pero si tu sabes y quieres hablar de ello o de otro tema que gustes, búscame, en la parte de atrás dejaré mi número por si llegaras a necesitar algo, preparé un aperitivo para ti, cómelo, y espero que tengas un grandioso día... por cierto mi nombre es  Ohm Pawat".

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—¿Acaso estás loco  Korapat?— Interroga mi amigo Chimon mientras sostiene la nota en su mano, —¿porqué te acostaste con él?—, —No lo sé, ya no me regañes, fue...magnifico, es algo que no volverá a pasar pero será difícil de olvidar—mencioné esperando que mi tonalidad de voz no fuera extraña, Chimon tenía la capacidad de analizarme hasta en el tono de voz que empleaba, — ¿Cómo lo vas a olvidar? , prácticamente lo recuerdas cada que caminas—dice entre risas mi amigo, niego con la cabeza manteniendo una estúpida sonrisa en mi rostro. Mi teléfono celular nos priva de aquellas risas, cuando respondo es una llamada del reclusorio, entonces mi sonrisa se borra, — Soy el custodio del reclusorio norte, ¿es usted Nanon Korapat?— dice una extraña voz, —Sí, ¿Qué sucede?—, —Un reo de nombre Pakin Mark  con número de verificación 369414 quiere que le haga una visita, dice que es urgente y que necesita verlo— me dice, —dígale que en cuanto pueda iré a verlo, muchas gracias—. Cuelgo el teléfono y mi mejor amigo me observa con desaprobación.

dirty battle  { OhmNanon }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora