■ 8. Conversamos

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Cuando entré al bar, había muy poca gente, quizás porque no era fin de semana, me senté en una mesa cercana a la barra, y me quedé observando hacia la entrada, rápidamente un mesero llegó atenderme, y como no volvería al trabajo pedí un delicioso ...

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Cuando entré al bar, había muy poca gente, quizás porque no era fin de semana, me senté en una mesa cercana a la barra, y me quedé observando hacia la entrada, rápidamente un mesero llegó atenderme, y como no volvería al trabajo pedí un delicioso Martini en las rocas, en algunos minutos de espera vi entrar apresuradamente a  Korapat, ahora sabía que se llamaba así, me identificó apenas entró y se acercó a mí. —Buenas noches— dijo sentándose en la silla de enfrente, —Buenas noches— respondí colocando mi vaso de Martini en la mesa. —Disculpa la demora—, —No hay problema—, —Primero, gracias por venir, hace algunas horas Mark  mando un aviso para mi desde el reclusorio—, empezó a decir, parpadee varias veces mientras le escuchaba con atención, —Desea que vaya a verle lo antes posible, ¿está bien si voy a buscarlo?—, me tomé mi tiempo para responderle, —¿Mark  es solo tu amigo?—, indagué, —Sí, lo es—, al escuchar su respuesta asentí con la cabeza, —No hay ningún problema en que acudas a su llamado, puedes ir pero eso no hará que tu amigo salga, estoy trabajando para incriminarlo— respondí, el bajó la mirada y el mesero de nuevo llegó a la mesa —¿desea pedir algo?—,  Korapat asintió, lo mismo que toma el señor— balbuceo, no dije nada en cuanto el mesero se fue, estaba esperando que el contrario dijese algo, en cuanto me acabará mi copa me iría, no tenía nada que hacer ahí. —¿le parece satisfactorio su trabajo?— murmuró lo suficiente alto para que le escuchará, —Sí, lo es, a veces pienso que participo para dejar un mundo mejor— respondo, —Su familia debe sentirse orgullosa ¿no?— respondió alzando la mirada para verme, había poca luz en el lugar pero podía deslumbrar sus pequeños ojos, —sí, supongo, ¿a qué te dedicas?—, pregunté, —Soy diseñador en una empresa de ropa— responde, en seguida el mesero llega de nuevo dejando la copa frente al menor, con esas pequeñas preguntas comenzamos a "conocernos", algunas incógnitas aparecieron, algunas otras comenzaron a despejarse, pronto nuestras sonrisas aparecieron y los niveles de alcohol en nuestro organismo estaban cobrando factura, copa tras copa hasta que perdí la cuenta, y en menos de lo que esperaba ya nos encontrábamos bailando en la pista, la música era un especie de imán, no había mucha gente bailando, pero eso era lo de menos,  Korapat se movía bien, no era un profesional, pero al menos me guiaba, recuerdo que se me quedó mirando y yo capte esa mirada, me agache lo suficiente hasta llegar a sus labios y nos besamos, su aliento era entre chicle de hierba buena y el Martini, su lengua se paseo por mi boca y otra vez volvíamos a caer en algo que se llamaba pasión, entre la inconsciencia recordé a Toey, y corté el beso, parpadee para poder verlo bien, —Voy al baño— le avisé y me di la vuelta, pero cuando estaba a punto de dar un paso,  Korapat me agarro del antebrazo y me detuvo, —Voy contigo— dijo finalmente.

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dirty battle  { OhmNanon }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora