El resto de la semana concluyó con normalidad. Las clases se han basado en explicaciones de temas nuevos por parte de los profesores y en tareas que hacer.
Con todo eso voy bastante bien, el problema llegó el viernes cuando el profesor de matemáticas pronunció la frase "Examen el lunes" ¿Cómo tres palabras pueden llegar a estresarte tanto? Sobre todo si el profesor explica el temario en menos de 5 minutos y tu odias las matemáticas con todo tu ser.
Y aunque las deteste las voy sacando adelante, si no quiero que mi madre acabe conmigo, pero el problema es que no entiendo ni un poco de este tema a pesar de llevar todo el viernes y sábado delante del libro.¿Suspender? Oh no, eso no era una alternativa para mí ahora mismo. Además de que estoy en un curso decisivo, si llegase a suspender me vería obligada a tener clases particulares de matemáticas lo que queda de curso y posiblemente lo que viene siendo verano. Mi madre quiere que el año que viene entre en una buena universidad, y como es de esperar, un suspenso en matemáticas no iba a ayudar mucho.
Debido a esto, aquí estoy yo de nuevo, encerrada en la habitación, sentada en una incómoda silla delante del escritorio e intentando que mi cabeza procese correctamente los "Métodos de Integración".
Miro al reloj de reojo para afirmar que ya ha pasado una hora desde que me desperté a las 07:00 y empecé con esto.
Y era como si no hubiese empezado.
Mi madre se encuentra en casa de mi abuela porque dice que "lleva meses sin verla" aunque sólo lleva dos semanas y Lucy parece estar dormida en la planta inferior por lo que yo me encuentro prácticamente sola.
Resoplo durante varios segundos hasta que a mi inteligente cerebro se le ocurre una idea.
Yo conocía a un rubio que durante esta semana me había demostrado que era un experto en esta asignatura como el buen pringado que es.
Posiblemente él ya se había estudiado este tema o quizás ni le ha hecho falta.
Agarro el teléfono móvil situado en el extremo de la mesa y marco su número con rapidez.
-¿Diga?- Del otro lado de la línea se escucha su voz mucho más ronca de lo normal y me doy cuenta de que son las 8 de la mañana un domingo y posiblemente él estaba aún durmiendo.
-Lo siento te he despertado- me disculpo bajando el tono para que no resulte demasiado molesto.
-No pasa nada, de todas formas tenía que levantarme- ríe dulcemente aunque su voz sigue ronca.
-¿Tienes tiempo hoy?- cuestiono mientras juego con el lápiz en la otra mano.
-Sí ¿Te aburres ahí sola?- ríe a lo que yo niego con la cabeza para mi misma.
-No, no es eso. Era por si me podrías venir a explicar una cosa...- digo lentamente pensando la manera de hacerlo -No entiendo este tema de matemáticas y el examen es el lunes...
-Cuando quieras estaré allí- responde con ternura lo que me hace sonreír.
-Me vendría bien ahora, como te decía, no entiendo nada- digo haciendo énfasis sobre "nada".
-Me visto y en cinco minutos estoy allí- sentencia y antes de que pueda agradecérselo corta la llamada.
Tal y como él dijo, cinco minutos más tarde escucho el timbre sonar.
Recojo mi pelo en un moño despeinado antes de bajar y abro la puerta tras la cual está situado Luke.
-¿Para qué has traído coche?- frunzo el ceño observándolo por detrás de su hombro.
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Ella me pertenece (Luke Hemmings fanfic) [Detenida temporalmente]
Fanfic¿Creías que el tiempo podía separar a dos personas? ¿Creías que los sentimientos de un pasado se pueden olvidar? Ella sí lo creía. Hasta aquella mañana. ¿Puede un amor de la infancia revivir en el futuro? Pero...¿Hasta dónde puede llegar una mentir...