La charla tardó media hora, quizá más.
Treinta minutos en los cuales; Christian hizo lo humanamente posible por ignorar los comentarios inapropiados que le susurraba Thomas con respecto a Elena; quería a su amigo, como a ningún otro y comentarios de ese tipo, usualmente, no le afectan; pero escucharle hablar de ella de forma tan pervertida, le hacía hervir la sangre.
- ¿Alguna pregunta? – La voz de Elena le trajo de vuelta a la realidad.
- Tengo una pregunta. – Comento Thomas, alzando su mano para llamar la atención de la fémina.
-¿Cuál es tu duda?
- ¿Está casada? – Una pequeña oleada de risas empezó apenas terminada la pregunta. Elena sonrió; observo a Thomas y casi automáticamente, observo a Christian con complicidad.
- ¿Alguna pregunta que esté relacionada con la charla?
Hubo un silencio de un par de segundos; hasta que la campana sonó; los estudiantes salieron disparados del salón; a excepción de Diana; la sabelotodo de la clase; quien se quedó unos minutos más, conversando con Elena.
- Tengo que ir a buscar a mi hermana, ¿Me acompañas y de vuelta te quedas en el bar? – Thomas recogía de a poco sus libros; al igual que Christopher
Mientras respondía amablemente la invitación de Diana a ser entrevistada por el periódico escolar; Elena observaba discretamente a Christian y a su compañero.
- Debo llegar temprano hoy, tengo que limpiar los baños... – Comentó, mientras terminaba de guardas sus cuadernos; de un momento a otro; sintió una mirada sobre él, al alzar los ojos; se encontró con los fríos y calculadores ojos de Elena.
Quien, sin pedir permiso; le quito los anteojos oscuros y en movimiento ágil; descubrió su cabeza del suéter que tenía, dejando a la vista las magulladuras de su rostro.
Christopher se quedó congelado, no la había escuchado acercarse; un leve rubor incendió sus mejillas al notar como era inspeccionado sin discreción; por el rabillo del ojo, pudo observar como Thomas se quedaba boquiabierto.
- Tu papá no ha perdido su toque "mágico". – Comentó con naturalidad, mientras tomaba amablemente la barbilla del joven con su mano derecha y la alzaba sutilmente.
- No es mi papá. –Refutó Christian, tratando de sonar rudo y fallando en el intento; mientras alejaba su rostro de las manos de Elena.
- Si tú lo dices... - Bajo su mirada al escritorio ajeno, notando que llevaba consigo la novela que le había regalado. Christian notó dicho gesto, tomo el libro y lo guardo en su bolso como si fuese cualquier otra cosa.
- Ehm, yo... Creo que me voy; te veo luego, Christian. – Se despidió Thomas, lanzándole miradas a su amigo. Las típica mirada de "tenemos que hablar", antes de salir del salón y dejar a Elena y a su amigo a solas.
Christian ignoró las miradas de su amigo de forma intencional; no quería que supusiera cosas.
- Recoge tus cosas; te llevare. – Comenta Elena, volviendo al escritorio para tomar su cartera.
- No quiero tu lastima; no necesitas fingir que te preocupas por mí. – Soltó Christian; quien iba detrás de ella.
- No necesitas actuar como un niño rebelde Christian; quiero ayudarte.- Elena se desvía al escritorio; toma su cartera y es adelantada por Christian; el chico acelero su paso para dejar a la fémina sola.
- ¿Para qué quieres ayudarme? ¿Qué quieres de mí? – Explotó desde la puerta del aula; se volteó rápidamente y empezó a gritarle a su contraparte. – El que dice ser mi padre me golpea siempre que esta ebrio; la que dice ser mi madre roba mi sueldo para comprar drogas; mi hermana, es la puta de la ciudad y mi hermano; está a un robo más de ir a la correccional... ¿Cómo mierdas crees que TU? Con tu vida perfecta, ¿¿Puedes ayudarme??
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Penumbra || 50SdG
General FictionLa venda en mis ojos me mantiene sumido en la oscuridad; tengo mis muñecas atadas con cuerdas, las cuales, hacen su camino alrededor de mi torso, marcando un harnes en forma de pentagrama; el tapete protege mis rodillas, pero a medida que pasan los...