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Julián se movía inquieto de un lado hacia otro en su habitación. Enzo no estaba en la casa y no llegaría hasta la noche, Olivia sabía esto y eso era lo que ponía nervioso a Álvarez. Hacía un par de minutos su hija le había enviado un mensaje diciéndole que quería hablar con él por lo que Julián ya se había hecho la cabeza veinte veces.
-¡Llegué pa!- escuchó por parte de la adolescente y respiró hondo saliendo de su habitación a verla.
-Hola bebé- saludó Julián mirando a la morocha.
Recibió un abrazo como respuesta y sonrió correspondiendo el abrazo. Amaba a Olivia con todo su corazón, la había conocido cuando apenas tenía un año y él salía con Enzo hace pocos meses.
— ¿Necesitas hablar conmigo? — le pregunta Álvarez y la chica asiente.
— Pero después de comer, me muero del hambre. — comenta y va hasta su habitación para deshacerse del uniforme y poder ponerse algo más cómodo, una camiseta de river y algún jogging negro. Julián respira hondo y termina de cocinar aún nervioso, ¿Qué sería lo que Olivia quería decirle? Sin duda lo tenía intrigado por lo que quería comer con rapidez para que ella le dijera de una vez aquello que se guardaba. Sacó la olla del fuego, probó el puré y sirvió en dos platos para después llevar los mismos hasta la mesa. Puso las milanesas en una fuente pequeña dejándola al lado de la botella de agua y se sentó esperándola.
— Volví. — dice la morocha sentándose en la silla frente a él.
Almuerzan charlando de su día y cuando por fin terminan, Olivia le dice que vayan al sillón para poder conversar.
— Decime que me tenés con el corazón en la jeta. — le pide haciéndola reír.
— No es nada grave, tranqui pa. — asiente y Julián siente como su pecho siente ese calorcito lindo de saber que la niña lo considera su segundo padre.
— ¿Entonces, Oli? — pregunta con toda su atención puesta en ella.
Julián era siempre así, cuando alguien acudía a él ponía todo su esmero en tratar de ayudar al otro, y mucho más si se trataba de la pequeña Olivia. _Que mocosa preciosa_ pensó apenas la vió y supo que estaba justo a sus pies, al igual que con su padre.
— Viste que papá es medio jodido con los chicos y todo eso.. — comienza y Julián eleva sus cejas, pero no comenta nada. — La cosa es que me puse de novia. — le comenta.
Álvarez no está demasiado sorprendido, las sonrisas que Olivia le daba a su celular eran lo suficientemente obvias como para que él se diera cuenta de que alguien había.
— Felicidades piojito. — la felicita con una sonrisa. — ¿Cuál es el problema con eso? — le pregunta.
— Gracias. — responde sonriendo de igual manera. — La cosa es que yo quería que lo conozcan, pero viste que papá es medio.. —