Hasta el mentiroso reza

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-¿Cuándo será el fin del mundo?

La figura alta de un gato negro que antes deslizaba una de sus manos por aquel campo de flores que con su presencia se marchitaban, le dedicaba un semblante de amargura a su acompañante.

Cuál rostro no se denotaba más que una simple mancha negra y el blanquecino color de su pelaje, solo sabía que era más pequeño que el y que era como cualquier otra vida mortal.

Si ese chico supiera lo que es capaz de hacer, y si tan solo el aprendiera a conservar el espacio personal del otro, el felino no estaría gruñendo a cada rato que le hacían una pregunta.

Era fácil de no cuestionarse para un adulto, pero en cambio, ese joven siempre encontraba la oportunidad de mantener la demasiada cercanía con el mismo dios de la muerte.

Un único en su especie y raza que no moría a manos de el porque simplemente era inmune, cosa que le dejaba curioso al gato pero talvez, y solo talvez...

El destino se lo mando para que le hiciera compañia, aún cuando no era algo por lo que suplicar a una estrella fugaz, le seguía siendo un poco de su agrado.

La irracionalidad junto al interés por el como esa criatura termino agregándose sin avisar a esa pulsión que le daba un minucioso sentido de vida.

Si, la muerte también a finales era un ser vivo como cualquier otro, al igual que sus hermanos cuáles ninguno sabía cómo llegaron a este mundo más que recordar el nombre que su "Mayor" les concedió.

Pero volviendo al tema, el ente de tres ojos solo seguía marchitando las flores sin voltear su vista al chico, o no del todo, pues le observaba de reojo cuando necesitaba no solo concentrarse en los tallos de esas flores medicinales.

Sin darse cuenta terminó preocupándose por la seguridad del pequeño cada que esté le gustaba de hacer manualidades de todo tipo sin medir el riesgo de siempre salir con rasguños al finalizar.

Comparadas con sus garras, las del chico eran tan pequeñas como negras, pero a la par era un negro grisáceo.

Aunque ya se había acostumbrado a que el joven siempre le tomara de las manos cuando hacían caminata, a lo largo de ese tiempo la sensación de sus palmas se volvieron rígidas por los tantos cortes, y la suavidad poco a poco desaparecía.

-Dime tu, ¿A los cuantos años crees que morirás?

-¿Por qué siempre responde mis preguntas con más preguntas?

Y ahora el de negro se quedaba intacto en su lugar viendo a la nada mientras a escasos centímetros el chico solo entrecerraba los ojos por ser ignorado anteriormente.

Pareció pensar una respuesta simple que no tuviera que ver en algo tan a profundidad como respuesta a aquel dios.

Indagando para solo después ser mejor directo, pues era alguien de preferencias tan similares a una criatura tan pasiva como le dictaba su misma especie.

-Supongo..., que talvez mañana, o dentro de varios años,nunca si me es posible, agh !!no lo sé!!
Sus dedos al momento de quejarse se entrelazaban con fuerza a su esponjosa lana para solo peinarla hacia atrás.

Pero mientras el era un mar en búsqueda de una respuesta sólida, aquel dios se reía sin pena alguna dejándolo tan extrañado.

-¿Por qué se ríe?

El gato al notar la desmesurada reacción ahora tosía un poco sintiéndose avergonzado de ser visto en aquella posición que le dejaba verse más relajado.

N[] €ontadø (Cult Of The Lamb)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora