N[] €ontadø (Cult Of The Lamb)

No dejes que se apague

-¿Encontraron algo?

-Esta rota...

-Te he dicho que seas más específico cuando hables, tus metáforas son molestas

-Ahg, me refiero que a quien buscamos se perdió, no está

-¿Solo eso? Mínimo un rastro serviría

-Aún nada, pero uno de nosotros descubrió que ya tomó la piedra roja

-Bien, aún tenemos algo de tiempo, por el momento démosle ventaja

.....

El aroma a humedad seguía siendo presente ahora mezclado con incienso.

Y un cuarto repleto de armas entre algunas colgando en el techo dejaban a un Narinder extrañado.

Levantándose con pesadez solo posaba uno de sus pies sobre aquel frío piso mientras lograba divisar a unos metros de el su maleta, recordaba a la perfección haberla usado como balsa en todo el trayecto y aún así pensaba en el aguante que tenía esa cosa.

Varias veces tumbada, empujada, pateada y demás cosas que no pienso nombrar, pero seguía intacta, de hecho hasta mejor que el quien aún seguía con esa horrible molestia en sus fosas queriendo moquear.

Acercándose a pasos lentos hacia su maleta mientras cojeaba debido al dolor en su muslo derecho, aún si solo se trataba de un pequeño y simple punzón llegaba a dejar que el felino hiciera muecas leves de dolor en cada paso.

Con precaución abría su maleta esperando que las cosas de su interior ya estuvieran todas hechas un desastre, pero fue su semblante de sorpresa quien dictó otra cosa.

Sin gotas ni humedad, hasta las hojas de papel se veían en su mejor blanco sin rayar.

-No te muevas mucho, eso podría dejarte marca después
Respondió preocupado un búho de plumas amarillentas y cuatro espadas clavadas en su espalda, eso se veía doloroso, pero la expresión tan calmante no parecía decir lo mismo.

-¿Tu eres...Clauneck?
Dudo con total indiferencia al observar con detenimiento a aquel sujeto que lo veía acercarse a el con algo en manos.

Y preguntar nunca hacía mal, pero la carcajada sonora alrededor de aquellos muros le hizo contradecirse.

-¿Por qué no me sorprende tu pregunta?
Aún riendo pudo hablar claro hacia Narinder quien solo estaba sentado al borde de aquella cama mientras le untaba ponía algún tipo de pomada sobre su rodilla.

-Soy Kudaai, pero se muy bien a quien buscas, Clauneck, hijo del mismo seno del último de los primeros Dioses.

El mundo no pierde su tiempo, pero en cambio, el búho con pasos lentos pero resonando caminaba hacía unos cuencos de gran tamaño.

Narinder tampoco buscaba crearse un gran dilema con una simple oración, al igual que tampoco pensaba solo quedarse como un idiota solo observándolo, necesitaba respuestas más fáciles de diferir.

-Yyyy, ¿Sabe dónde lo puedo encontrar?

Siguiendo los pasos de aquel búho, el calor por aquella zona llegaba a ser sofocante, ¿Cómo podía soportar tan altas temperaturas?

De su frente comenzaban a salir gotas de sudor cuáles con el mismo clima se evaporaban al caer al suelo, esto sin duda era peor a la metáfora de "en el infierno arderás en llamas"