Nuevas expectativas

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Mientras que un felino era acompañado por la calidad hogareña entre las profundidades de foresta, unos monos justo corrían para no ser la cena de esa noche tan nublada.

La escasez de bestias no era nada comparado a cuando entraron apenas a las profundidades y justo una manada de murciélagos les diera la bienvenida.

Bienvenida que fue bien recibida para que los trillizos echarán a correr.

Menos mal tenían grabado de memoria los distintos rumbos a los que llevaba cada parte de foresta, porque ahora mismo estaban seguros que ya se habían pasado como varios kilómetros lejos de Anura.

Ahora sería no solo perder de vista a esas ratas voladoras, sino volver a recorrer los mismos pasos que anteriormente dieron por la prisa.

Una vuelta a la izquierda, luego a la derecha y así en zic-zac, trataban de mantener un patrón sin tener que perderse entre ellos.

Y el clima nublado sumado a la poca luz que se les otorgó en el día lo empeoraba, parece que en algún momento llovería.

La luna y el sol no parecen ser muy amistosos tal parece, pues estos nise decidían si un día llover y al otro ser un día tan caluroso para llegar a quemarte vivo.

No, solo era algo del azar que llegaba cuando se le antojaba.

Pequeños detalles que podrían repercutir en su búsqueda de tal gato, si comenzaban los días de lluvia haría grandes charcos que al final ralentizarian su paso.

Se supone que ellos eran como los creadores de la divina comedia que siempre buscaban el lado positivo de las cosas.

Pero esto ni funcionaba cuando tú eres el atacado.

Seguro esto sería más fácil si el cordero estuviera aquí, o mínimo tuvieran de una corona para hacer de un !!Saz!! todas aquellas órdenes.

Pero por mientras no querían darse por vencidos en que seguro pronto lo encontrarían, tomar el riesgo de perder la confianza de su líder sería caer en la mediocridad.

Una segunda falla de su parte y sería un nok-out para ellos, sin oportunidades de redimirse.

Sus energías ya estaban en lo más bajo al igual que las profundidades de dónde se encontraban, necesitaban un respiro de tanta corrida que dieron.

Y esos murciélagos no se daban por vencidos con ellos.

-¿Cuando pararan? Ya no siento mis pies
Las quejas eran lo único para lo que aún tenían tiempo de hacer mientras tanto.

Chester meditó esos segundos para idearse un plan que podría salvarlos, no podía arriesgarse a dejar a sus hermanos siendo la carnada.

No compartieron palabra alguna más que un simple asentimiento de cabeza mirándose entre ellos listos para lo que sucediera.

Los hermanos aceleraron sus pasos mientras ahora Dami tomaba la delantera para jalar bruscamente de un árbol una rama lo suficientemente seca y lanzarsela a su mayor.

Aún tenían segundos de sobra y ahora Chester y Dami lanzaban al aire del pequeño mono para ver cómo este sacaba de su gran sombrero un encendedor.

Quién sabe que más cosas escondía en ese sombrero de cascabeles para verse siempre tan liviano.

Pero ahora tocaba su turno de aterrizar para llegar con sus hermanos y encender la rama antes mencionada.

No tardó mucho para que después se incendiara y Chester amenazara a los murciélagos con ella provocando que algunos se cegaran para terminar chocando con algún árbol o solo siguiendo de paso.

N[] €ontadø (Cult Of The Lamb)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora