N[] €ontadø (Cult Of The Lamb)

Curiosidad a lo inédito

Una mano manchada con gotas de sangre, igual a su posterior dueño que se notaba con una preocupación descomunal por la escena de ver a un felino cerca de morir.

Lo que antes era enfado con aquellos herejes se esfumaba dejando que su visión volviera a ese tranquilo color carbón en sus pupilas y sus cejas juntas en manera de lástima.

Ofreciendo su mano, esperaba que aquel semi mortal enojon mínimo le aceptará.

Pero el sentir de un choque con las manos ajenas le dejo entendiendo que no quería su ayuda.

-No necesitaba tu ayuda
Respondería con cierto enfado Narinder para volver a pararse viendo la escena de solo cuerpos por doquier.

Ese cordero era hábil cuando atacaba, pero le veía innecesario el porque tenerlo que ayudar, lo tenía todo bajo control.

Y la ayuda de ese sinverguenza solo le hacía sentir débil.

-¿Narin--

De un pequeño resbaló al correr, Chester se acercaba sorprendido.

-¿Líder?

-¿Chester?
La suficiente pregunta no hizo de más para que luego el pequeño apoyo del cordero volviera a su forma original dejando ver a la lince abalanzarse sobre el mono.

-¿Piccola zucca?!!
Más sorpresas en compañía venían con ella para que luego Narinder también se mostrará sorprendido de ver a Andra.

Casi, si estos dos se juntaban sería soportarlos un buen rato donde solo se demostraban ese afecto tan...asqueroso.

Pero faltaba alguien más aún, un pequeño mono corriendo para terminar chocando con la suave lana del cordero que por la prisa no lo había visto.

Aunque después se disculpo con el, cuando volvió su vista a arriba, lágrimas salían sin problemas de el pequeño en segundos.

El cordero asustado por ello, lo cargaba dejando sus piernas colgando y Amón solo abrazándose alrededor de su cuello.

Los pequeños eran su debilidad, tan ingenuos y adorables, le recordaban a el, pero no podía soportar verlos llorar y menos podría atreverse algún día a regañar a uno.

-¿Dónde está Dami?

Bueno parece que hoy cualquier pregunta deja sensible a Amón porque con solo escuchar preguntar a su hermano volvía a querer llorar.

Para calmar aquella inquietud del pequeño, el cordero solo le daba unas palmadas sobre su espalda intentando reconfortarle con una sonrisa a medias.

Los sonidos de moqueos pararon en Amón para luego sacar de un bolsillo un broche de esmeralda con unos toques blancos y negros a su alrededor para entregárselo en manos a Chester que miraba afligido el objeto minimalista.

-No pude llegar a tiempo cuando sucedió pero...ella, solo se desvaneció.

Un segundo de silencio se convertían en solo confusión.

-¿Estás seguro de que viste bien querido?
La amabilidad en la que se mostraba Andra con sus palabras hacia Amón era por la empatía hacia el pobre.

Le resultaba tanto a ella como a los presentes el como alguien pudiera hacer eso, amenos que por el shock el pequeño solo estuviera ignorando los hechos tratando de amansarlos.

-Estoy seguro, cuando le clavaron ese cuchillo sobre su espalda solo se comenzó a desvanecer, si no me creen pregúntenle a Narinder, estuvo ahí.