N[] €ontadø (Cult Of The Lamb)

Valor de una moral

¿Que te hacía pensar que las cosas se correspondían rápidamente? Hasta un infante podría saber que las mejores cosas que uno desea nunca se obtienen a menos que lo pague con el uso de la fuerza.

Una moral, puedes mantenerte recto y amable pero por dentro piensas que ayudar a alguien que es consciente de sus actos es una perdida de tiempo pero tú crees que las personas cambian.

Te escondes creyendo que si hasta le ruegas a una estrella fugaz te concederá lo que quieras, muy patético a decir verdad, se debe vivir con realidad para sobrevivir a un caos que uno mismo siembra.

Un día más para los mortales, otro día lleno de alegría para los positivos y otro día de partirse el lomo trabajando para los negativos, pero para el gato sería contado como su primer día con un nuevo cuerpo, sin razón de existir o saber que podría ahora hacer después.

Nisiquiera su primer despertar fue cómodo o agradable, ese estupido búho lo despertó en la madrugada por acostarse en las estatuas de sus hermanos que eran vistas como algo sagrado.

Y con las pocas energías que tenía fue mandado a su choza la cual no recordaba en donde quedaba, la flojera era mucha que se dio por vencido muy rápido y se acostó entre unos arbustos de bayas, ¿Eran incómodos? Sin duda alguna pero hasta hace unos minutos se dio cuenta que traía consigo una sábana en manos.

No supo en si en algun momento la había llevado consigo o si alguien se la dio pero poco le importaba, almenos no sufriría de frío y las cosas que se dan a uno se aprovechan.

Lástima que ya solo tenía unas 3 horas para descansar y ese tiempo paso volando para después ser molestado por la tenue luz del Sol haciendo presencia, el día comenzó normal, desayuno, trabajo y descanso.

Aunque el gato antes no necesitaba de comer ahora sí no lo hacía moriría pero está acción le desagradaba, talvez por ser un felino prefería las carnes pero al recordar que todo lo que fuera así, sería provisto por adeptos muertos no fue su opción, ni hablar de los vegetales o frutas, estás simplemente les encontraba un sabor amargo hasta que comenzó a trabajar en la sección de agricultura vio unas bayas en su punto.

Decidió darles una oportunidad solo porque no tenía nada en el estómago desde la mañana y un dolor infernal le advertía que debía comer algo ahora mismo, almenos no eran tan asquerosas.

Su apartado de trabajo era algo odioso si casi siempre consiste en tener que comunicarse con otros para pedirles alguna herramienta o una bolsa de estiércol, no se quejaba mucho del trabajo, prefería estar haciendo algo que lo ayude a mejorar su condición física a solo estar escondido en su choza que aún ni encontraba.

Almenos la gente aunque podía ser idiota mostraban empatía al gato por ser nuevo, sabían quién era pero tenían la costumbre de dar segundas oportunidades a esos que alguna vez cometieron un error.

Pero el no hizo un error, talvez darle la corona a ese cordero si, pero lo demás nunca, fue a propósito y eso los adeptos no lo sabian, creían que solo tuvo una mala racha en su anterior vida con algún inconveniente con sus hermanos, cosas de familia.

Pero si hablas de problemas de Dioses la cosa se complica, pues los que terminan perjudicados son a los que mantienen, era como tener una pelea entre presidentes, si a uno lo sacan del tablero de juego este vendrá con más lacayos o alguna AZ bajo la manga que no solo bombardeara sus enemigos, sino también su gente.

Regresando al tema principal, Narinder podía ser alguien lleno de coraje pero también había puntos a su favor, odiaba las multitudes y cualquiera que quisiera entablar amistad con el sería ignorado o amenazado.