Una varita por la corona.

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Ben estuvo intentando tranquilizarla. A ambos los tenían atados de manos. Li era la más alterada, tenía miedo y repetía cosas sin sentido.

——Okay, Li, respira conmigo, ¿si?— le dijo al ver como su respiración se alteraba. Ella asintió aún angustiada. Los dos tomaron y expulsaron aire al mismo tiempo.

Li no era tan valiente para ese tipo de situaciones, no le agradaba el no poder moverse mucho. El hecho de no estar moviéndose y saltando de un lado a otro la hacía sentir que no era libre. Ella necesitaba caminar, bailar, expresarse.

—¡No quiero estar aquí!— exclamó de forma berrinchuda.

Ben estaba por responder pero el sonido de unas pesadas botas se hizo presente por el barco, hasta que una chica de rastas celestes y vestimenta del mismo se acercó a ellos, mirándolos de forma burlona.

—Cuando Harry me dijo que había capturado a su alteza creí que era una de sus estúpidas bromas, pero veo que no. ¡Bienvenido a la Isla, rey! dígame, ¿es lo qué imaginó?— preguntó irónicamente.

Ben tragó algo de saliva un poco intimidado por la presencia de la chica.

—¡Es más bonita de lo que pensé!— Li respondió siendo algo inoportuna en la situación.

Uma la analizó, por un momento creyó que se estaba burlando o algo por el estilo debido a las condiciones en las que se encontraba la isla que no eran nada agradable.

Pero no... La chica no se estaba burlando, de hecho estaba sonriendo entusiasmada, en sus ojos solo había gentileza y era demasiado adorable.

—¿Quién eres?— el tono de voz con el que anteriormente le había hablado a Ben había cambiado, ahora era suave— Harry no me contó que también estabas aquí.

—Soy Liam, pero me puedes llamar Li, soy mejor amiga de Ben— se presentó amablemente.

Uma sonrió en respuesta y volvió a mirar a Ben.

—No parece un peligro. Le dejaré ir— le dijo a Ben, refiriéndose a la chica de cabello castaño.

—¿Ah?— al unísono los dos se expresaron. Solo que Ben más confundido que Li.

Y de hecho, Li no era ni un peligro, podía apostar que ella entablaría una amistad con cualquier persona de ese barco.

Uma llamó a uno de los piratas y le ordenó dejarla libre, pero no del todo, estaría quedándose en el camarote de Harry y mandaría a otro de su amigos a hacerle compañía. Para Uma era como estar viendo al mismísimo Gil, solo que en versión femenina, así que él sería quien le hiciera compañía.
La desató y la guío hasta el camarote del chico.

Finalmente quedó a solas con Ben.

—Es adorable— comentó Uma viendo como se alejaban con ella. Después volvió a poner toda su atención en Ben— Tu novia vendrá mañana por ti, no te preocupes— dijo sentándose frente a él.

—Ya no es mi novia— confesó algo apenado.

Uma alzó sus cejas en sorpresa.

—Vaya...  Bien, hablemos pestes de mal— Uma se paró frente a él viéndolo fijamente.

—Preferiría hablar de ti— espetó haciendo que Uma rodara sus ojos en respuesta.

—No hay mucho que hablar de mí.

Y la conversación siguió. Ben se había dado cuenta de que en realidad Uma no era mala, solo quería que la gente de la isla tuviera las misma oportunidades que la gente de Auradon, le ofreció su ayuda, pero realmente era una chica demasiado orgullosa y no dejaría que alguien le ayudara, quería conseguirlo por su propia cuenta.

[***]

Ambos caminaban por el barco. Era casi media noche.

—¿Por qué no me dijiste de la chica?— le cuestionó Uma a su amigo.

—Ese detalle... no creí que importara— Harry frunció su ceño.

—La mandé a tu camarote. Gil está haciéndole compañía. Lo último que supe de ellos es que estaban coloreando juntos. Es inofensiva y adorable— cruzó sus brazos.

—¿Y por esa razón la dejaste libre?— preguntó y  bufó algo enfadado— peor aún, la enviaste conmigo. A esta hora Gil debe estar con su padre y ella está completamente sola en mi zona.

—¿Por qué te preocupa tanto? No tomará nada.

—Creo que es mejor que vaya a vigilarla— dijo, pero antes de irse Uma lo detuvo con lo siguiente...

—Lleva su mochila, me dijeron que no ha parado de preguntar por ella.

Uma la lanzó y se dio la media vuelta para irse.

Él la tomó en manos, pero antes de entregarla, decidió husmear un poco a ver que era lo que se encontraba allí.

Creyó que encontraría cosas de valor, pero en realidad no. Dentro solo habían unas barras de chocolate, un libro, y un cuaderno el cual era de color azul claro.

Al comenzar a leerlo se dio cuenta de que se trababa.

Un diario.

Encontró demasiado de ella allí.

Li plasmaba todo sus pensamientos, sus sentimientos, su día a día allí. Los escritos sobre su padre, los escritos de como extraña Wordeland, aunque nunca había escuchado de ese lugar...  los escritos sobre como solo deseaba alguien que la amara por toda la vida.

Soltó un bufido. Al parecer se divertiría un rato con esa chica.

Al llegar se encontró con esa misma chica dormida sobre el sofá que se encontraba allí. Su respiración tranquila, sus ojos cerrados y sus largas pestañas casi tocando sus párpados. Su pequeño cuerpo moviéndose un poco para acomodarse mejor.

Parecía un ángel, un ángel demasiado encantador.

La chica había derretido por completo su corazón.
Colocó una manta para cubrirla del frío y que pudiera dormir tranquila.

No tenía sentido.

Y él también fue a dormir.

¡Hola de nuevoooo!
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Y muchas gracias por leer 🤍🕯️

Li. [SIN CORREGIR, PAUSADA TEMPORALMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora