Una pequeña broma

Tus Acciones

Sirius se deja caer en peso muerto sobre su cama, cansado pero sin rendirse, estaba dando vuelta alrededor sobre lo mismo, llevaba al menos dos semanas con eso.

Cual buitre, daba vueltas y circulaba alrededor del objeto de su interés al mismo que trataba de pensar en que hacer para ganar el perdón de Snape. Estaba al tanto que ganar su perdón al cien por ciento tomaría mucho tiempo si es que no era imposible, pero al menos dar comienzo, el primer paso. Intentarlo era mejor que solo dejarlo en el olvido.

Estarlo acosando con la mirada no estaba dando ningún resultado, y él lo sabía a la perfección, porque ahora el pálido mago corría hasta el otro lado del castillo con tal de no tropezar ni coincidir con él, se esfumaba de entre los pasillos con su característico sigilo, carajo, apostaría que ni siquiera con la capa de invisibilidad de Prongs podría ser igual de rápido para desaparecer.

Era lo único que tenía, sin plan de acción claro y sin otro de respaldo, estaba perdido. Al vigilarlo al menos se aseguraba que no huyera.

¿Huir a donde, tarado? -Lo cuestiona esa voz en su cabeza, una que, extrañamente, se escuchaba demasiado similar a su madre.

Sí, en definitiva estaba perdiendo la cabeza alrededor de todo este asunto.

Peter parecía estar llevando todo lo que descubrieron bien, claro, Peter siempre había sido callado respecto a las bromas y le tocaba la parte más suave de las venganzas por parte del Slytherin, más por su poca participación. Prongs por otra parte, lo tenía peor de imposible que el mismo, pero no parecía muy interesado en ello. Por una parte quería darle un zape a su mejor amigo/hermano de otra madre por ser tan inamovible de su eterna pelea, y más por no pensar en hacer algo, por otro lado, envidiaba con creces su tranquilidad interna, Prongs simplemente había decidido dejar de hacer bromas, pero no movería ni un dedo para hacer las pases, tal vez resignado a que el foco de odio más puro de Snape era él o bajo el pensamiento de que era mejor no empeorar una situación que no puede mejorarse de ningún modo.

Se planteaba seguir el ejemplo de su amigo, pero no terminaba de cuajar en toda su intención, por lo que esto estaba descartado, en definitiva.

La puerta se abrió de golpe, espantando a los tres merodeadores de ahí. Apenas Remus entró, su vista cayo sobre Sirius,y fue a donde él. El Black se tenso, temiendo que Moony, su amado Moony, cediera a su estrés y decidiera que quiere una nueva alfombra.

-Sirius, no se que carajo estas pensando, pero sea lo que sea, hazlo ya- soltó Moony una vez llegó a donde él.

-¿Que?

-¡Que Snape piensa que lo quieres colgar de un árbol! -su buen amigo lo toma de las solapas- Sé que quieres arreglar, aunque sea un poquito, las cosas, pero lo veo muy difícil si tus acciones dicen lo contrario a lo que quieres, así que mejor ve ideando un plan que no sea ir tras él cual perro de caza.

-Okey, okey, ¿Por que no mejor nos calmamos y lo hablamos? -sonrió, animando al licantropó a soltarlo, cosa que logró. Moony se sentó a su lado- Bien, ahora dime, ¿Como sabes que piensa que le haré una broma?

-Porque es lo que siempre haces- interrumpió Peter, ganándose una mirada asesina de parte de Sirius, una que solo sirvió para hacerle reír.

-¡Moony! ¡¿Como sabes, MOONY?! -Y con eso le lanza un cojín a Peter.

-¡Es verdad! -responde, solo para salir corriendo antes de que el Black pudiera alcanzar otra almohada.

-¿¡A ese grosero que le pasa?! De un tiempo para acá anda muy contestón- se queja por lo bajó Sirius.

-No sé, también esta más risueño, lo que sea, lo mantiene contento- agrego James, viendo todo desde su cama.

-Y tu muy calladito- le reprende Remus.

-¡Ey! ¡Aquí el sospechoso es ese!- se defiende James, señalando a Sirius.

-¡Todos andamos raritos!- zanja el tema Sirius, solo para volver su atención a Remus- Ahora sí, continua Moony, ¿Por que sabes que Snape piensa que le hare una broma?

-Me tope con el en los pasillos, me disculpe por lo que pasó y el me lo dijo.

Sirius sintió el tick en el ojo.

-¿Te dijo que, exactamente?

-Que no quiere nuestra empatía y que sigue siendo bastante capaz de matarnos uno a uno si se lo propone, independiente que haya pasado en esas semanas, no quiere lastima. Ah, y que mejor te abstengas de hacer la estupidez que piensas hacer porque ya sabe que vas a hacer algo y no dudara en contraatacar.

-¿Textual?

-No, pero en resumen.

-¿Y que le dijiste tú? Le dijiste algo bueno, ¿verdad? Dime que sí, Moony, por favor.

-No, le dije que estas loco y quieres hacer el mundo arder.

-¡Moony! ¡Esto es serio! -se queja del sarcasmo de su mejor amigo mientras le sacude el hombro.

-¡Vale! Le dije que, sea lo que sea que tengas entre manos, no es nada malo- Remus suspiro antes se seguir hablando- Se lo dije porque de verdad lo creo Sirius, tienes la intención, y con la terquedad que te cargas, eres capaz de llevarlo a las ultimas consecuencias. Pero tienes que ser consiente de contexto que los rodea, es natural que piense mal de tu silencio y quietud, así como tu estas oliendo cada comida porque temes que te envenene, ustedes dos siempre han sido demasiado caóticos entre sí, cambiar su dinámica de rivalidad les costara demasiado.

-Puedo hacerlo, quiero hacerlo.

-¿Pero quieres hacerlo por lastima? -le corta James, bastante serio y sentado en su propia cama- Como dijo, no la quiere, y si esa es tu única motivación para hacer las pases, entonces no valdría la pena ni siquiera intentarlo.

Tanto Sirius como Remus observaron a James con ojos abiertos, sorprendidos de sus palabras certeras, serias, más con respecto a que iban.

-¿Que? No soy tan imbécil- se defendió débilmente ante la impresión en los ojos de sus amigos.

-Tiene razón- dice Remus, saliendo de su asombro- Si lo haces solo por lastima, entonces Snape va a molestarse aun más y matarte mientras duermes.

-Que optimista Moony- rodó los ojos- pero no, no lo hago por lastima, hace bastante dejamos ese punto atrás.

-¿Entonces porque lo haces? ¿Por que quieres hacerlo? No ganarías nada.

-Y tampoco perdería nada, quiero corregir mi error, esa es mi motivación, arreglar lo que arruine. Tuvimos un desacuerdo ridículo en un tren y de repente eramos enemigos mortales, no me di cuenta de la forma en la que me prive a mí y a él la oportunidad de una buena amistad o tan siquiera un compañerismo más sano.

-Oye, que él no es una santa palomita- farfulla James- ¿Tengo que enumerar las veces que estuvimos intoxicados en la enfermería durante días porque quien sabe que menjurje logró entremezclar con nuestra comida?

-Sí, si lo se Prongs- obviamente recordaba todas esas veces donde se sentía morir o que su estomago terminaría por explotar- es equivalente a las veces que nosotros lo mandamos. Pero, ¿Quien lanzó el primer insulto? ¿Quien emitió el primer juicio? Hasta donde recuerdo, él no tenía modo de saber nada de los rumores que va alrededor de Slytherin y yo tampoco, ambos con idead que nuestras madres metieron en nuestra cabeza.

Ambos con un rencor, ambos con una prejuicio, Severus había tenido la idea, el sueño, de tener algo para él, de tener donde encajar, y se encontró mas prejuicios, otra vez, podía entender el hervidero de ira derivada de frustración que había dentro de esa serpiente, ahora agradecía que Snape no hubiera bajado la cabeza, y que se defendiera con fuerza, porque si hubiera cedido a las fuerzas externas, su vida sería aun más miserable, no quería pensar que sería capaz de tomar ventaja de alguien que no se defiende, pero sabe, sabe bien, que lo habría hecho.

Snape era un buen recordatorio de que, sin importar su poder, su porte o su alarde, siempre habrá alguien dispuesto a hacerle frente aun si tiene todas las de perder.

-Entonces comienza por conocerlo realmente.