Sangre Dorada

94 7 0
                                    

ARTHUR

El chico lo seguía a todas partes, aun no confiaba completamente en el joven fuegoscuro, no sabía si era realmente quien decía ser, y si lo fuera, su linaje no gozaba de una buena historia con lo que se refiere a los Targaryen. Se decidió en aceptar a Daemon, después de todo no podía prescindir de buenas espadas en este viaje, pronto debería regresar con su rey; la guardia real jamás debía separarse de su señor.

— ¿Y Cual es esta misión tan importante que te han encomendado sir Arthur? — Pregunto Daemon en su tercer día como su compañero. — Si no me equivoco, como guardia real debes proteger a tu rey, no dar un paseo por Essos.

— Esa es precisamente mi misión. Buscar candidatos dignos para la guardia real de Aegon, solo debo buscar cinco candidatos, y podre volver con mi rey.

— Aquí jamás los encontraras, estos Essosis no pelean mas que por dinero; o no lo hacen sencillamente.

Mientras hablaban habían terminado los preparativos para su partida, ambos montaron sus caballos y emprendieron camino hacía la próxima ciudad. Gran parte del camino Arthur pensaba en lo dicho por Daemon, no quería admitir que el joven tenía razón pues eso significaba que había fracasado antes de siquiera empezar.

Cuando pararon a acampar, por fin salieron palabras de la boca del caballero.

— Antes dijiste que aquí no encontraría hombre dignos de la capa blanca — Paso su mano por su frente para quitar el sudor de ella — ¿Tienes tu alguna idea de donde puedo encontrarlos?

— La tengo. Pero resultara peligroso para ti y para mi.

— ¿A que te refieres? — Pregunto Arthur intrigado.

— La compañía dorada, fundada y capitaneada por ponientis, todos guerreros curtidos en mil batallas — Daemon dudo en seguir al ver la expresión de disgusto de Arthur — allí es donde debemos ir.

— ¿Guerreros curtidos? — Pregunto irónicamente Arthur — No mas que traidores y exiliados, la peor calaña de los siete reinos.

— Consideradlo que os digo sir, se que es peligroso, pero conozco a buenos hombres en la compañía, hombres de honor.

— ¿Por qué estas tan seguro de que se unirán a Aegon de buena gana?, La compañía dorada a apoyado cuatro rebeliones contra los Targeryen, muchos de sus antepasados murieron en esas guerras.

— Son pocos los que quedan desde la ultima rebelión, los más jovenes solo anhelan volver a su hogar ancestral — Puso su mirada en Arthur, que toqueteaba la fogata con un palo — Es el mejor camino posible, Arthur, entra en razón.

— Duerme — Respondió tajante, se levanto y le dio la espalda a Daemon — Yo hare la primera guardia.

Arthur se alejo del campamento improvisado que habían levantado. aun pensaba en lo que Daemon había dicho, no quería aceptarlo; pero en el fondo sabía que el chico tenía razón. Miro al cielo, pensó en su hogar, su hermana; Ashara, que había sacrificado tanto en la guerra, todo por una mentira.

>> Hermana, ¿Qué debo hacer? << Arthur no obtuvo respuesta, solo el aullido del viento.

EDDARD

Ned no le hablo a Robert en todo el viaje, se sentía decepcionado de su amigo. Sus hijas, al igual que Ned a Robert no se dijeron palabra alguna. Sansa culpaba a Arya por la muerte de Dama, pero Arya la acusaba de ser la que causo la muerte de su loba.

— ¡Dama estaría viva si no hubieras mentido! — Le había gritado Arya a Sansa.

El tendría que solucionar ese pleito entre sus hijas, estaban en sur, y allí a los Stark sus dioses no los protegían, debían protegerse ellos mismos como familia.

EL olor de desembarco inundo sus narices, su frente se arrugo debido al mal olor. El calor hacía que su cuerpo se sintiera pesado y empezaba a sentir un leve mareo.

Las grandes puertas de la fortaleza roja se abrieron ante sus ojos, rápidamente comenzó a dirigir a su sequito para poder instalarse y salir de aquel sol infernal, deseaba tanto estar en Invernalia, en su frio norte, con sus hijos, pero ahora tenía un deber que realizar. Cuando por fin se instalo en sus habitaciones del torreón de Maegor pensó que podría descansar del largo viaje, Jory le demostró que estaba equivocado cuando entro a su habitación.

— Mi señor, el consejo a convocado a una reunión; y están solicitando su presencia.

— Los siete maldigan al consejo — Ned se mostraba irritado, pero se resigno. — Diles que estaré con ellos enseguida. Jory ordena que me traigan ropa adecuada para este clima, si, la de los baúles que aún no has descargado.

Jory salió con una breve inclinación hacía su señor. Ned deseaba descansar, pero ahora le seria imposible. Busco papel y tinta en uno de sus baúles y comenzó a escribir tres cartas, una para Invernalia, una para Benjen y la ultima para su hijo Magnus, si los dioses eran bondadosos, pronto su familia volvería a reunirse, y su rey por fin estaría en donde corresponde.

EL GRAN KHALWhere stories live. Discover now