El Rey y El Bastardo

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DAEMON 

El caballero lo seguía de cerca; aún desconfiado de la decisión que había tomado. Habían estado viajando durante seis días sin descanso; solo se detenían a reabastecer sus provisiones, Sir Arthur, tan desconfiado de su compañero de viaje no dormía al caer el sol, su espada jamás se apartaba de su lado esperando el momento en el que debiese desenvainar.

— Pronto llegaremos Sir.

El caballero respondió con un gruñido; dando a entender que no querías más conversación que la necesaria para salir con vida.

La actitud desconfiada de Sir Arthur estaba colmando la paciencia de Daemon, había sufrido constantemente las miradas mordaces y los comentarios de Sir Arthur desde que este había aceptado su idea.

— Os lo advertiré de una buena vez Sir. — La voz de Daemon había abandonado todo rastro de amabilidad para con el caballero blanco. — Para sobrevivir en el campamento de la compañía debéis hacer lo que os diga, incluyendo dejar vuestro desprecio por los hombres de la compañía.

— No son hombres de honor, no merecen más que desprecio — Sir Arthur respondió tajante.

— ¿Olvidáis que esos hombres a los que tanto odiáis pronto serán vuestros hermanos? — Daemon continuo antes de que Sir Arthur pudiera defenderse. — Tanto desprecio y nunca cruzaste acero contra ninguno de ellos.

EL ultimo comentario hizo que la cara de Sir Arthur enrojeciera de ira, aunque esto el Fuegoscuro no lo pudo ver.

— Puede que yo no, pero incontables miembros de la guardia lucharon contra ellos, muchos murieron en el campo — La voz de Sir Arthur comenzaba a elevarse más de lo deseado por Daemon.

— ¿y eso hace cuento Sir?, ¿cien años? ¿Quizá más? — Daemon bajo de su caballo y comenzó a desatar las cuerdas de su montura. — El ultimo de vuestros hermanos en cruzar espadas con un miembro de mi casa es el legendario Sir Barristan Selmy, eso en su juventud, ahora es un anciano que sirve al hombre que derroco a los Targaryen. — Le dio una palmada a su caballo el cual salió al galope. — ¿Dónde está el honor en servir al hombre que mató a la familia de vuestro rey?, poneos esto Sir.

— Sir Barristan combatió ferozmente en la guerra, cuando la batalla se perdió él se encontraba herido y... — Antes de poder continuar fue interrumpido por Daemon.

— Y Robert le perdono la vida debido a su bravura en el campo, eso todos lo sabemos Sir, pero Selmy no fue el único que estuvo en el tridente. Gerold Hightower comando a los hombres ese día, y murió a manos de Eddard Stark, Jonothor Darry y Oswell Whent, cayeron ante el martillo de Baratheon — Daemon se agacho y recogió un puñado de tierra para untarlo en su cabello. — El príncipe Lewyn murió por la espada de un norteño según dicen, un Umber o un Bolton. Y no hablemos de vuestro hermano Lannister; y su galante espada dorada.

Sir Arthur no aguanto esto último y desenfundo su espada, Albor relucía ante los rayos del sol, tan magnifica como el cometa del que había sido forjada.

— ¿Pretendéis insultarme Fuegoscuro?, podría derramar tu negra sangre aquí mismo si quisiese.

— Confundís mis intenciones Sir. — Daemon hizo una pequeña reverencia a modo de disculpa. — Tan solo buscaba recordaros un poco la historia de vuestra sagrada hermandad.

Las tentaciones de Sir Arthur fueron interrumpidas al ver como Daemon se comenzaba a alejar de él.

Sir Arthur comenzó a seguirlo, pronto no tardaron en escuchar las múltiples voces provenientes del campamento de la compañía dorada. Mientras más se acercaban más se salían del camino principal, haciendo todo lo posible para no ser detectados por las patrullas que salían del campamento.

EL GRAN KHALWhere stories live. Discover now