12. Hora Del Show

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Más semanas han pasado.

Según los reportes de Phillip, ambos animátronicos actuaban con normalidad, los anteriores comportamientos ya no eran tan evidentes.
Pero lo que no sabía es que aquellos astros ya se habían dado cuenta que lo que hacían entre ellos llamaba la atención del hombre, y que también no se suponía que debían actuar así.

Ahora sólo en las noches, al cerrar, ambos se dedicaban a "quererse" entre las coloridas paredes del Daycare. Todo el tiempo que pasaban juntos era entre abrazos, juegos, bailes, y muchísimas actividades más; afortunadamente, al ser ambos programados para el cuidado de niños, tenían tantas cosas que hacer y no se aburrían, el mundo infantil es inmenso y muy divertido.

17-Septiembre-2031

—¡Fue una trampa!— Se quejó Sun por milésima vez. Moon sólo cerró los ojos haciendo una mueca de frustración ante la constante negativa de su contrario.

Hoy a Moon se le ocurrió enseñarle a Sun a usar ese cable al que tanto le temía, pero claro que si le decía así sin más, él no aceptaría, así que tuvo que convencerlo de subir diciéndole que había llegado un nuevo color de glitterglue y que la caja estaba en su habitación, de esa forma subiría con Moon al balcón sin cuestionar nada.

—Vamos, Sunny, ya te dije que yo te cuidaré.— Rogó una vez más el animátronico en pijama. Empezaba a impacientarse.

—¡Pero, Moony! ¿Qué si me caigo?— Se aferró el radiante sol al cable que lo sujetaba por la espalda.

—No lo harás, ya te lo dije. ¿Acaso no confías en mí?— Le miró con súplica, extendiéndole la mano una vez más esperando ser aceptada esta vez.

—... — Sunrise se quedó en silencio por unos segundos, no dijo nada, sólo tomó su mano, ante esto, Moon sonrió.

«Claro que confío en ti, siempre lo haré.»

Moon sonrió, tomó también la otra mano de Sun y las sujetó con firmeza; lo veía a los ojos, oh, esos brillantes iris azules; esos que siempre buscaba observar; esos que brillaban más que cualquier estrella artificial que haya tenido en su carpa para las siestas; esos que siempre le animaban hasta en sus peores momentos; esos que, estaba seguro, le expresaban mil y un sentimientos en un sólo vistazo.

Sunrise, por su parte, se dedicaba a ver nerviosamente a su contrario, a medida que se acercaba a la orilla el pánico le invadía.
Era agobiante el hecho de pensar en que saltaría de esa altura... Veía al suelo con una clara mueca de estrés.

Moon al notarlo, tomó aire y manteniendo el contacto con las manos.
—Hey— Lo llamó, lo veía con una expresión dulce y suave, una qué reconfortaría a cualquiera, —mirame a los ojos, Sunny.— pidió con sutileza, no le gustaba ver a Sun así... Pero era algo por lo que debían pasar, pues ya habían regañado a Phillip varias veces porque Sun seguía sin poder hacer el acto.

Sun levantó la mirada y la clavó en esos brillantes orbes carmesí, quedó hipnotizado por ellos, casi de inmediato se le olvidó el hecho de que saltaría de una altura de aproximadamente tres metros. Sí, la guardería era enorme y el balcón estaba absurdamente alto.

Moon notó aquello, y sin decir más palabras ni cortar el contacto visual, saltó de la orilla del balcón.

Sunrise se sentía aterrorizado, no sabía cómo reaccionar, Moonlight únicamente le dedicaba una cálida y suave sonrisa, de esas sonrisas que nadie más lograba ver y que existían únicamente a los ojos de Sun.

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⏰ Última actualización: May 19 ⏰

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