* CAPÍTULO 12. *

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Enero 28, 2020.

Todo estaba llegando a su final; el personal, las armas e incluso mis ganas de vivir.

Termine mi batalla, iba a gritar el último hemos vencido, pero mi atención fue arrebatada en un arco con flecha apuntando a mi padre.

Salí a la misma velocidad de la flecha, quedando espalda a mi progenitor.

[]

¿Por qué siento que los latidos se me han sido arrebatados?

¿Qué me hace sentir tan débil que no me deja ni respirar?

He caído de rodillas, viendo como mi madre sostenía una espada y un hombre caía al suelo derramando sangre, mientras que yo sentía que mi corazón ardía a fuego lento.

Al fondo se logra escuchar reproches, mientras que yo estoy tendido en el suelo sin saber qué está pasando. No logro entender por qué la vista se me esfuma.

- Telémaco, te prohíbo morir ahora que te he recuperado. - Ha dicho Odiseo con lagrimas regándose por el rostro, mientras está cubierto de sangre.

Al lado cae Penélope, la mujer por la que yo daría mi vida.

¿Era este el final? Pero si apenas había logrado desatarme de miedos de mi infancia, ni siquiera he logrado aclarar toda mi vida con mi padre, ¿Podía simplemente morir?

Me parecía que ya no existía un balance justo.

Ni fuerzas tenía para reprocharle a los dioses, pensándolo bien esto era lo que había pedido, descansar.

Y fue mi culpa por no haber especificado de qué manera quería hacerlo.

- Perdón... - Me quejé, sintiendo como algo se ajustaba fuerte al miocardio. - No logré sobrevivir como lo hiciste tú. - Tome aliento. - Pero ahora tú puedes cuidar de mamá.

Y esas últimas palabras me han dolido más que cualquier otra cosa en la vida.

Dejar a mi madre es como dejar absolutamente todo y aunque una vez mi corazón se detenga perderé todo no puedo aceptar que la dejaré sufriendo por mi culpa y aunque es cierto que Odiseo está con ella, no puedo simplemente afrontar la realidad.

- ¡Es que no te puedes ir! - bufó.

¡Demonios! ¿Por qué no regresaste antes?

- Que dulce voz tienes, padre

Sentí como la luz se me fue haciendo más oscura y el frío se estaba apoderando de absolutamente todo lo que yo era y finalmente la respiración se hacía cada vez más corta.

¿Así que así se siente morir?

¿Y si estuvieras aquí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora