Doble Filo [PERAYA]

Capítulo 19

ARTHIT POV

La música se desvanece en el fondo de mi conciencia mientras contemplo el océano.

Estoy en casa de Gunsmile. Hay un gran grupo de personas. Sus padres se han ido a pasar el fin de semana, y él ya se ha lanzado al primer día de lo que definitivamente será un evento de tres días.

La gente que nos rodea, mis amigos, están hablando, riendo, bebiendo y fumando. El sol acaba de ponerse, formando una pantalla de color difuminado que retiene mi atención más que la nueva chica rubia a mi lado.

Paris... Lleva unas semanas echándome el ojo, pero supongo que hoy ha sido el día en que ha decidido arrebatarme de Namtan. Se llevó algunos tirones de pelo y un golpe de puño abierto en la sien por ello. Fue bastante divertido.

Pero ahora está colgada de mí, y está provocando esa incomodidad tan familiar que paso tanto tiempo ignorando.

¿Sólo porque la besé un par de veces, ahora nos vamos a casar?

Es ridículo. Dale a este hombre algo de espacio.

En realidad, mis pensamientos se demoran en cosas que prefiero no dejar que se desmarquen...

Mi hermano, por un lado.

Mi padrastro por el otro.

Y lejos de terminarse, esa vasta presencia oscura que vive en mi mente.

Anoche fue una locura para la Operación Gemelo Bueno. Todo ese asunto en la oficina de Singto fue... debería descarrilar este tren cerebral antes de que mi mente pueda suspirar soñadoramente la palabra "increíble".

Los dedos furtivos de Paris rozan mis abdominales, trazando las líneas a través de mi camiseta con sus uñas acrílicas. Me hace cosquillas, pero no me inmuto. Estoy demasiado ocupado pensando. Recordando... su sabor.

Trago con fuerza.

Yo no chupo pollas. No me gustan los chicos, así que hacer mamadas no es algo que haga regularmente. Claro, le hice una a Krist... sólo para ver cómo se veía su cara mientras lo chupaba hasta el límite. La imagen está permanentemente grabada en mi mente. Nunca lo olvidaré, al igual que nunca olvidaré el aspecto de Singto cuando se lo hice anoche. Más aún, los gruñidos y gemidos silenciosos que le arranqué...

Eso es, nene.

Lo estás haciendo muy bien.

Te tragas el semen como una cosita tan preciosa...

El corazón me late y el pecho se me estrecha en un placer blanco y caliente, lo suficientemente espeso como para ser casi insoportable. Pero no lo es. De hecho, creo que me gusta... y mucho.

Las cosas que me dijo Singto mientras me sostenía la cara y me acariciaba el pelo... acariciándome y alabándome con su tacto y sus palabras y su tono...

Es algo que nunca supe que necesitaba. Durante esos breves momentos, lo oscuro se desvaneció lo suficiente en el fondo de mi mente... y me sentí feliz.

Me recordó lo que se siente con Kit. Una plenitud inesperada.

Parpadeando con fuerza, me sacudí ese pensamiento de encima.

Esto esta jodidamente mal, todo.

Desde la primera vez que lo noté, la diferencia en la forma en que Krist me mira, cuando su aprecio fraternal se convirtió en una traviesa lujuria prohibida... supe que tenía que darle lo que fuera que necesitara. Es la única persona que significa algo para mí en este mundo, así que el hecho de que seamos hermanos se volvió irrelevante. En el rincón oculto e inmoral de su habitación, le doy lo que ha estado anhelando.