Investigación Crucial

EL OSO POLAR SE ADELANTA

CAPÍTULO II
EL OSO POLAR SE ADELANTA

Como era de esperar, las calles estaban completamente vacías. Había alguno que otro transeúnte en el camino, pero eran tan pocos que podían contarse con los dedos de la mano. La mayoría de ellos nos miraba con desdén puesto que era extraño ver a una pareja tan jóven
despierta a altas horas de la noche .

Un aire fresco y estremecedor pegó por desprevenidas nuestras espaldas. Ni siquiera el viento más fuerte era capaz de encorbar la correcta postura e índole del detective. Para él, parecía ser verano en el caluroso desierto y, para mi, el invierno del Polo Norte en su máximo esplendor.

—Como un oso polar—bufé.

Distraído, con los ojos perdidos en el firmamento, entornó su cabeza hacia mi para decir:

—¿Mhn?

—Nada, olvídalo.

●○●

Nos dirigimos directo a la estación de policía. No es raro decir que esta última estaba muy cerca de la oficina de Peter.

Yo no sé que es lo que habrá pasado allí adentro porque me dijo que esperara afuera. Me apoyé contra la pared con los brazos cruzados y esperé como lo que dura un palito de incienso.

De la nada, las puertas se abrieron y salió de ella un hombre esbelto y delgado. Era Peter.

—Vamos a comprar un periódico.

Nos fuimos en taxi a una cafetería elegante a desayunar como a las seis y diez. A esta hora es en la que suele despertarse la gente trabajadora.

Entramos a Illiadis Café, la cafetería a la que va la gente de mucho dinero. Nos sentamos en una mesa para dos y ordenamos algo rico para comer.

Peter sacó de sus ropas un periódico que había comprado en el camino y me lo pasó.

—Quintus—indicó.

Seguí sus indicaciones y busqué en la quinta página.

El título llamaba mucho la atención.

LA FAMILIA ILLIADIS ESTÁ EN APRIETOS

Su única hija, la señorita Zephyr Illiadis, se hayó sin vida en sus aposentos esta madrugada. La familia está desesperada.

"Empezamos fuerte"pensé. "Así que por esto me pidió levantarme a las cinco: ¡ Hace unas horas la habían matado !"