Capítulo 3

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Cuando Daemon y su familia llegaron a King's Landing, Aemond los estaba esperando en la puerta emocionado de ver a sus ¿primas? No sabía que eran, pero estaba emocionado.

Había visto a los dragones sobre Red Keep cuando su familia llegó, el increíble Caraxes era esbelto y Vhagar era descomunal, impresionante.

Aemond observó atentamente a cada persona que bajo del carruaje real.

Daemon era alto, cabello largo, liso y plateado, Laena era alta, cabello muy rizado y piel morena, Baela y Rhaena eran la copia de su madre.

Rhaenyra, Alicent, Aemond y Lucerys recibieron a la familia con grandes sonrisas, Daemon les presentó con orgullo a sus hijas, ambas alfas recién presentadas.

Alicent, Rhaenyra y Laena de inmediato se sumergieron en una conversación llendose lejos dejando a los niños con Lucerys y Daemon. 

Daemon miró al niño más pequeño - No sabía que había un nuevo Targaryen, hijo de Alicent y Viserys, supongo. 

- Mi madre es Lucerys - dijo Aemond con orgullo.

Daemon frunció el ceño, haciendo cálculos mentalmente, frunció más el ceño y luego miró a Lucerys quién no lo miró de vuelta.

Baela y Rhaena sonrieron emocionadas al igual que Aemond, estaban seguras que aquí sólo habían adolescentes y adultos pero había alguien de su edad, rápido arrastraron a Aemond lejos de los adultos charlando emocionadas dejando a Daemon y Lucerys solos.

- La última vez que te vi eras un pequeño niño y ahora tienes un niño - dijo Daemon. - Las fechas no coinciden con tu edad.

Lucerys frunció el ceño y se tensó - Aemond es mío, yo lo llevé en mi vientre. 

Daemon suspiró - Ya veo. No se que pasó aquí pero Rhaenyra y Harwin no están haciendo bien su trabajo.

- No hables así de mis padres, tío. Yo solo... sólo, no te metas en esto - dijo molesto.

- Al menos el padre se hizo cargo...- dijo Daemon. 

Lucerys guardó silencio.

Daemon suspiró - Chico...

- Dije que no hables, Daemon - dijo Lucerys molesto - Aemond es mi problema no el tuyo.

Daemon asintió - Voy a matar a quien te hizo esto.

Lucerys se mordió la lengua y guardó silencio.

- ¿Cuántos años tiene Aemond? - preguntó Daemon. 

Lucerys rodó los ojos - Siete.

El omega no esperó respuesta y se alejó del alfa dispuesto a no volver a verlo, el alfa era tan obstinado, no entendía como su madre había estado perdidamente enamorada de él en su juventud, ciertamente era atractivo físicamente pero daba miedo y nunca dejaba a Darksister fuera de su cinturón.

My Mother, My Omega (Lucemond)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora