Capítulo 9

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Al día siguiente, Viserys convocó una reunión con toda la familia, Rhaenyra estaba furiosa y Alicent más que nerviosa.


Aegon había escapado durante la noche.


Nadie sabía a dónde fue, pero había dejado atrás a Sunfyre quien se negó a seguir a su jinete. Rhaenyra acusó abiertamente a Alicent de ser cómplice en el escape de Aegon.


Viserys pareció que en cualquier momento tendría un colapso nervioso, su cuerpo estaba tembloroso apenas y lograba sostener la corona sobre su cabeza.


- Daemon - Dijo el viejo Rey.


Daemon se paró frente al trono con las manos entrelazadas al frente, su cabeza en alto y una pequeña mueca adornaba su boca.


- Eres mi hermano, pero debes tener un castigo por abusar de un omega en celo. - Dijo Viserys. Rhaenyra estaba indignada, su hijo no era ningún omega cualquiera.


Daemon asintió.


- Has tenido a Aemond bajo tu tutela durante todos estos años, lo convertiste en un buen hombre, un buen guerrero y un buen príncipe para el reino. Tu castigo será el destierro de King's Landing y no se te permitirá tener más hijos dignos de llamar príncipes, cualquier hijo que tengas serán llamados bastardos y enviados al muro, ni se te permitirá tener una nueva esposa.


Daemon asintió deacuerdo. 


- No volverás a pisar King's Landing a menos que recibas una invitación de Rhaenyra o sus hijos, mantendrás tus títulos y tu dragón, pero si incumples algo de lo que he mencionado, serás despojado de tus títulos y dragón, así como serás prisionero de la corona por traición.


- ¿Que hay de mi hijo? No quiero que este bastardo vuelva a tocarlo - dijo Rhaenyra inconforme con el castigo de Daemon. 


- No volveré a tocar a Lucerys, lamento tanto ese día y nunca lo lastimaría, ni a él ni a mi hijo.


Aemond se movió incómodo. 


- En cuanto a Aegon, debido a su escape reciente, no puede ser juzgado hasta ser encontrado, tendrá un castigo más severo cuando se le encuentre tenganlo por seguro. - dijo Viserys. 


Rhaenyra y Aemond estaban inconformes.


- Debido a esto, finalizo esta reunión y espero que Daemon viaje lo antes posible a Dragonstone, el que será su hogar de ahora en adelante. 


- ¡¿Le darás Dragonstone?! - gritaron Rhaenyra y Alicent al mismo tiempo.


Daemon sonrió y giró sobre sus talones para irse antes de que Viserys cambiara de opinión, pero antes se detuvo frente a Aemond - Si algún día me necesitas, sabes dónde encontrarme.


Aemond asintió. Y Daemon finalmente se fue.


Lucerys suspiró y giró sobre sus talones, el traje que había estado usando le apretaba y se sentía incómodo con todo el caos a su alrededor, Rhaenyra y Alicent habían vuelto a gritarse en cuanto todos habían sido despachados.


Aemond no dudó en seguirlo, como un cachorro. Lucerys no pudo evitar no acordarse cuando Aemond era un pequeño cachorro que lo seguía a todas partes, hay cosas que simplemente nunca cambiarían.


Cuando el joven alfa lo alcanzó, Lucerys lo miró de reojo, parecía debatirse internamente entre sí decir algo o no siendo bastante expresivo


Aemond era una cabeza más alto que Lucerys ahora y el omega estaba seguro que aún no había terminado de crecer.


- Si me permites madre, puedo cazar a ese monstruo por ti - dijo Aemond finalmente rompiendo el silencio entre ambos - Me aseguraría de traerlo vivo ante ti, si es lo que deseas.


My Mother, My Omega (Lucemond)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora