Son las cinco de la mañana, y cómo anoche me dio una pereza impresionante prepararme la maleta aquí estoy de madrugada preparandola.He metido tres camisas blancas, una camisa negra, dos pantalones de pinza, un vaquero, dos faldas hasta la rodilla, dos vestidos de fiesta, uno blanco y otro negro, y un bikini, el que mejor me queda.
Cojo una bolsa del supermercado y meto mis zapatos planos, unos tacones de oficina "así los llamo, son los que uso diariamente para ir a la oficina, son cómodos y elegantes al mismo tiempo", y mis tacones de fiesta, mis preferidos.
Cundo acabo con la maleta, me ducho, desayuno y me visto.
Decido no arreglarme mucho, nos espera un vuelo de un par de horas y no quiero ir incomoda, a sí que decido ponerme un vaqueros y una camiseta algo ajusta.
Mi telefono vibra encima de la mesa.
- ¿Si? -
- Mia, baja - dice mi queridísimo jefe
- Enseguida bajo señor Black -
Cuelgo y arrastro mi maleta por todo el piso, llamo al ascensor que tarda una eternidad y cuando bajo ahi esta el flamante mercedes.
El chofer me ayuda a subir las maletas, me abre la puerta de atrás, a sí que agradezco y entro.
Nathaniel esta con su móvil tecleando, Izan esta durmiendo apoyado en la ventanilla y yo no sé donde mirar ni que hacer.
Si Nathaniel fuera mi Nate del pasado, ahora mismo estaría hablándome de todo lo que tiene en mente, de las curiosidades de Harry Potter, es fan desde pequeño, de como lleva el tema del autocontrol...
De siempre le costaba mucho contenerse cuando alguien le hablaba mal, o decían cosas hirientes hacia mí o de su familia, su primer impulso era ir a por ellos y enzarzar una pelea que no se sabe como terminaría.
Mi telefono suena sacándome de la ensoñación, no sé ni porque estoy pensando en esto, no va volver ese Nate.
- Sí - Respondo, Nate levanta la mirada de su teléfono para mirarme.
- ¿Como estas mi queridísima Mia?, ya te has olvidado de mi pequeña -
- Lucas - digo yo sorprendida
- Ya veo que te olvidaste de mi, solo llamaba para saber como estas -
- Estoy bien, gracias -
- Me alegro, pronto nos veremos Mia, ahora devo colgar tengo cosas que hacer.
Me quedo mirando el telefono aturdida, guardo el telefono y apoyo la cabeza en la ventanilla del coche.
- ¿Tienes novio? - alzo la vista hacia la persona que me lo ha preguntado, es decir Nate.
- ¿Para qué quieres saberlo? -
- Te estoy preguntando -
- No te importa -
- Si, me importa, trabajas en mi empresa, tengo derecho a saber todo de mis empleados. -
- Lo que haga con mi vida privada ni te va ni te viene, y por su puesto que no tienes derecho a saber intimidades mías. - digo mirandolo fijamente a los ojos.
- Ya... no quiero que nadie de lo que tengas interrumpa el viaje, queda claro - Dice bastante enfadado.
Giro la cabeza y lo ignoro, paso de estar hablando con un hombre con mentalidad de crio de cinco años, el cual si no le dices algo actúa así.
El viaje en coche dura lo bastante como para tener pensamientos de matar a Nate.
El viaje en avión fue algo más ligero, el no tener que verle la cara a mi jefe ni escucharle era como estar en paz y tranquilidad.
Cuando aterrizamos un taxi nos llevo a el hotel que había reservado, la habitación era de lo mas lujosa, con una bañera de hidromasaje, una cama extra grande y un balcón con vistas al mar.
El unico impedimento mi habitación y la de mi queridísimo Nathaniel "se note el sarcasmo" esta enfrente mia mientras que la de Izan queda en otra planta.
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Enamorada de un Mafioso
RomanceMia Smith una recién graduada que busca aspirar al trabajo de sus sueños en una idílica empresa la cual no aparenta serios problemas, la cual aparenta obtener un buen salario y una vida de ensueño. Nathaniel Black, un exitoso empresario cara al púb...